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miércoles, 28 de marzo de 2012

Mujeres insatisfechas y preocupadas



Los problemas de erección es una de las principales frustraciones morales de los hombres y una gran preocupación para las mujeres.  Un 40% de la población masculina  en España tiene problemas de disfunción eréctil con edades realmente sorprendentes, entre los 35 y 40 años.

El mayor factor de disfunción eréctil se debe al estrés, a la mala alimentación y al consumo de drogas como cigarrillo o alcohol. Cuando un hombre no puede lograr o mantener una erección del pene que sea lo suficientemente firme para tener una relación sexual, el fracaso es el primer sentimiento que afecta considerablemente el comportamiento y autoestima del hombre. Es posible que muchas personas no puedan lograr una erección en absoluto o que la pierda durante el coito antes de estar listo, sin embargo si sucede en repetitivas ocasiones se puede estar pasando por un problema realmente serio. 

A pesar de que los problemas de erección son más comunes en hombres adultos, cada vez más la población joven se enfrenta a este problema teniendo solución si se actúa a tiempo.

Una de las  formas  de saber si los problemas de erección son por  causa física, es  analizando la cantidad de  erecciones nocturnas que normalmente tienen los hombres.  Normalmente, los hombres tienen entre 3 y 5 erecciones por noche, cada una de las cuales dura hasta 30 minutos. Los problemas de erecciones generalmente no afectan la libido del hombre.

Tener un orgasmo demasiado rápido o una eyaculación precoz  no es lo mismo que impotencia.  Dato muy importante a tener en cuenta ya que esto puede ser confundido y a pesar de tratarse del mismo miembro son problemas que tienen soluciones diferentes.

Si eres de los que está pasando por estos casos de falta de erección, te daremos una serie de consejos útiles para solucionar con tiempo y sin ningún temor la disfunción eréctil.

Reducir el consumo de tabaco, alcohol y drogas psicoactivas será el primer paso positivo ya que estas drogas son el principal factor de falta de erección.

Descansar y olvidarse del estrés antes de las relaciones sexuales te ayudarán a tener energía y la mente más fresca a la hora del acto sexual. Hacer ejercicio y tener una dieta saludable ayudarán a mantener un excelente estado físico y una buena circulación de la sangre. Evita las grasas y alimentos altos de calorías.

Y lo más importante para enfrentarse a este problema, es la comunicación en pareja. Hablar abiertamente sobre sexo ayudará considerablemente las relaciones. Si por el contrario no eres capaz de hacerlo, existen profesionales a tu disposición esperando para ayudarte.

martes, 28 de febrero de 2012

Instinto, inteligencia y amor en el sexo


En primer lugar, tanto el hombre como la mujer deberían procurar informarse de todo lo relacionado con el amor. Deberían aprender que el placer sexual sólo será completo cuando mediante una serie de caricias ambos esposos estén preparados afectivamente para él.

Que no hay que precipitarse, sino, por el contrario, hacerlo durar lo más posible, de la misma manera que se intenta prolongar cualquier otro placer. Finalmente convendría que supieran que, después del amor, no hay que separarse bruscamente sino prolongar durante el mayor tiempo posible la intimidad y el bienestar que de él se derivan.

Y, sin embargo, la mujer suele considerar que «la iniciativa le corresponde al hombre», y esta consideración la induce a una pasividad y a una timidez capaces de hacer perder el entusiasmo al hombre más enamorado.

El hombre, por su parte, considera que todo saldrá bien sin necesidad de previsión y esfuerzo. Suele confiar en el instinto, sin tener en cuenta que el instinto, sin el freno que le imponen la inteligencia, el cariño y el respeto por el ser amado, es excesivamente brutal y a todas luces insuficiente para crear un vínculo sólido sobre el que se pueda fundar la estabilidad del matrimonio.

Vemos, por tanto, que la responsabilidad del éxito o del fracaso de «la noche de bodas» recae por igual en el hombre y en la mujer, y que ambos han de hacer lo posible por facilitarle las cosas al otro, por lo que el ir al matrimonio sin preparación alguna no es un acto indiferente, sino que constituye un verdadero atentado contra la propia felicidad y la del ser amado.

Solamente nos resta ya insistir un poco más sobre la importancia de la «noche de bodas» y de las futuras «noches» para el equilibrio físico y psíquico de ambos cónyuges, destacando el hecho de que un mal comienzo, una torpeza cualquiera, cometida por descuido o por ignorancia, es suficiente para crear entre los esposos un clima de desconfianza o de rencor que sólo con el tiempo, mucho amor y demostraciones de cariño y consideración por ambas partes, podrá llegar a desvanecerse.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Infertilidad


Infertilidad

En reciente estudio conjunto de la Sociedad Española de Fertilidad y la Universidad Autónoma de Barcelona indica que el 25 por ciento de los casos en que fracasan los tratamientos de reproducción asistida se debe a que aún cuando los espermatozoides del hombre parecen normales a simple vista porque son suficientes en número y muestran una movilidad adecuada, contienen anomalías cromosómicas que, una vez fecundado el óvulo, arruinan por completo el desarrollo del embrión.

Los científicos señalan que es conveniente que el hombre se haga la prueba que detecta las anomalías cromosómicas en el esperma en lugar de irdeunfracasoaotro.

Inclusive el estudio señala que las anomalías cromosómicas producen el 50% de los abortos espontáneos y que la cifra asciende al 95% cuando se trata de los abortos que ocurren a pocos días de la implantación del embrión en el útero.

Los hombres que padecen este problema duplican la frecuencia de esas anomalías que ocurren sólo en el proceso de fabricación de células sexuales. Asimismo los científicos alertaron que esta falla del esperma masculino no conduce al nacimiento de niños con malformaciones sino que sólo produce abortos espontáneos.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Consejos de sexo para la pareja


Desarrollar un lenguaje en común
Si va a hablar de sexo, necesita usar palabras. Pero ¿qué palabras? Hay un mundo de diferencias entre las palabras. Es común que una persona se sienta ofendida por los términos sexuales que utiliza la otra.

Desarrollar un lenguaje que usted y su pareja puedan usar es muy Importante. Discuta con su pareja qué palabras son cómodas para hablar de sexo. ¿Cuáles prefiere para describir partes de su propio cuerpo? ¿y las de su pareja? ¿Hay alguna palabra que no soporta? Hágale saber a su pareja qué palabras lo excitan y cuáles no. Pídale que haga lo mismo. Así podrán expresarse con sus propios códigos.

Me gustaría hacer un cambio
Mucha gente duda en pedirle a su pareja que cambie una técnica sexual particular, especialmente si han compartido la cama mucho tiempo. Tienen miedo de lastimar los sentimientos del otro. Una forma respetuosa y efectiva de comunicar su Información es dándole a su pareja otra alternativa, comenzando con las palabras "En lugar de..."

Piense en algo que quiera cambiar en las técnicas amatorias de su pareja y en un futuro cercano busque una oportunidad para darle una sugerencia alternativa.

Un consejo
Usted no deberá decidirse a realizar todos los ejercicios de una sola vez. Comience eligiendo los ejercicios fáciles y no amenazadores, y vaya de forma gradual hacia los demás ejercicios. No espere que las cosas cambien de una noche para la otra; hablar de sexo abiertamente será, sin dudas, difícil en un principio. Pero con el tiempo las líneas de comunicación se abrirán -y verá grandes avances en su vida

sábado, 29 de octubre de 2011

Comunión sexual en la pareja


Van de Velde denominaba la unión procreativa «comunión sexual», subrayando con ello la necesidad de que tanto el hombre como la mujer obtengan con este acto una satisfacción recíproca.

Su límite, superado por los estudios fundamentales del sexólogo alemán Oswald Colle, a partir de las experiencias de laboratorio realizadas por Masters y Johnson, consistía en juzgar que esta fusión psicofisica era posible al aplicar el esquema estímulo-reacción.

Olvidando que la habilidad técnica, aunque sea necesaria, no resuelve los problemas de la pareja, tanto por el hecho de que las técnicas eróticas más elaboradas programan racionalmente acontecimientos futuros que a menudo dependen de emociones y tensiones de los instintos, como porque las situaciones humanas, en su variabilidad e innumerabilidad, no pueden ser resueltas simplemente por el concepto según el cual una serie de estímulos eróticos otorgan necesariamente adecuada satisfacción a la pareja.

Edward F. Griffíth confirma la necesidad de una adecuada adaptación psicológica de la pareja, puesto que sólo con el mutuo análisis, el recuerdo del propio pasado, de las propias experiencias negativas y de las propias frustraciones en las diversas épocas de la vida, se evitará la reaparición de aquellos obstáculos que parecen superados cuando únicamente han sido reprimidos.

La pareja unida de un modo positivo es, por lo tanto, la matriz de futuras parejas destinadas a ser felices.

lunes, 17 de octubre de 2011

Comunicación sexual en la pareja


Transformar las críticas en pedidos

La sexualidad es la parte más íntima y privada de su personalidad, y usted no será capaz de revelar sus deseos no satisfechos si no está seguro de que su pareja no se enojará, criticará o ignorará.

Este ejercicio está diseñado para transformar sus comentarios críticos en manifestaciones positivas.

Consejos: Detrás de todo requerimiento sexual hay un deseo escondido. Usted debe determinar cuál es el deseo oculto en su crítica, y de esta forma sabrá manifestar lo que quiere, en términos específicos y positivos. Aquí hay algunos ejemplos. El primero es para mujeres, el segundo para hombres.

Crítica: "Lo único que te interesa es el sexo"

Deseo oculto: "Quiero que seas más afectivo"

Manifestación positiva del deseo:
"Me gusta que me seduzcas todo el día y no sólo en el mismo y exacto momento en que se te despertaron las ganas de hacer el amor".
Crítica: "Nunca me das el gusto de tomar la iniciativa en el sexo" Deseo oculto: "Me gustaría que te demostraras más interesada en hacer el amor"

Manifestación positiva del deseo:
"Realmente me gusta cuando me hacen el amor a mí. Eso me hace sentir más amado y deseado". Haga el mismo ejercicio con tres cosas que le gustaría mejorar en la forma de hacer el amor de su pareja. Recuerde: la comunicación efectiva no garantiza el acatamiento.

martes, 11 de octubre de 2011

Hablar de sexo con la pareja


Contrariamente a la creencia popular, hablar de sexo no destruye la magia sino que hace que la magia siga viva. Muchos estudios refuerzan la idea de que la comunicación es un ingrediente esencial en una relación sexual satisfactoria.

Por ejemplo, en una investigación realizada entre 2000 mujeres, aquellas que se sentían cómodas al hablar de sus necesidades sexuales reportaban sexo más frecuente y pleno que las mujeres que se sentían inhibidas verbalmente.

El 81 por ciento de las mujeres que se sentían bien al hablar sobre sexo eran siempre o frecuentemente orgásmicas, en oposición al 63 por ciento de aquellas que se sentían incómodas al expresar sus deseos. Aquí le ofrecemos una guía de ejercicios que podrán ayudar a la pareja a encarar sus miedos de expresarse.

Este ejercicio ayudará a mejorar la comunicación en la pareja y pensar sobre las áreas en las que existen problemas. Chequee los puntos que son verdaderos. Yo debería...

- Hablar de mis necesidades más específicamente.

- Hablar sobre sexo con mayor frecuencia.

- Escuchar más cuidadosamente lo que mi pareja tiene que decir.

- Hacerle más preguntas a mi pareja sobre sus necesidades y deseos.

- Ser capaz de cumplir los deseos de mi pareja

Si nota que su pareja está haciendo un esfuerzo para comunicarse positivamente o expresar sus necesidades sexuales, no olvide demostrarle su apreciación.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Enfermedades Sexuales


LAS ENFERMEDADES VENÉREAS EN TIEMPOS DE GUERRA O DE REVOLUCIÓN
La frecuencia con que se observan los contagios de enfermedades venéreas presenta ciertas variaciones; en tiempos de guerra o revolución se difunde este tipo de enfermedades, pues a causa de las circunstancias anormales la vida sexual de muchos hombres y mujeres se desvía de su orden habitual.

CONSECUENCIAS DE LA INFECCIÓN VENÉREA
La gonococia, por lo general, es una enfermedad benigna y muy raras veces pone en peligro la vida de quien la padece. Asienta casi exclusivamente en el aparato genital, determinando lesiones que, a pesar de la curación, dejan daños irreparables en las vías urogenitales.

De ahí la importancia de la gonococia, ya que tanto en el hombre como en la mujer se producen obstrucciones de los conductos genitales capaces de provocar una esterilidad muchas veces permanente.

En la sífilis, en cambio, la gravedad se debe a que el germen pasa rápidamente a la sangre, difundiéndose así la infección por todo el organismo.

En la actualidad las enfermedades venéreas desencadenan lesiones menos graves que en otras épocas gracias a la existencia de medicamentos que combaten con eficacia tales infecciones. Por otra parte, y ello es fundamental, al acudir los enfermos rápidamente al médico se da comienzo al tratamiento mientras la enfermedad aún está poco extendida y no ha provocado lesiones graves en el organismo.

Esta opinión se funda en que hasta los seis años el niño se halla en la fase de exploración y conocimiento de su propio cuerpo; la operación de fimosis, practicada en tales momentos, puede representar para el niño un trauma psicológico. Y puesto que a esta altura de la existencia la fimosis no tiene importancia sexual ni funcional porque el niño no va a tener relaciones sexuales, es aconsejable que se retrase el momento de la pequeña intervención quirúrgica.

martes, 13 de septiembre de 2011

Enfermedades venéreas


Se da el nombre de enfermedades venéreas a las enfermedades infecciosas que se transmiten principalmente por medio del contacto sexual. Esto no quiere decir que toda infección del aparato genital sea venérea; para que lo sea ha de estar causada por un germen cuya vía de transmisión sea principalmente el aparato genital.

Los genitales pueden adquirir diferentes procesos infecciosos que nada tienen que ver con la enfermedad venérea. Ejemplo claro de ello es la tuberculosis genital; cuando esta enfermedad se localiza en el aparato genital, ha sido transmitida general y principalmente a través de la sangre. Por tal motivo no es considerada una enfermedad venérea, aunque se hayan descrito algunos casos de contagio mediante el acto sexual.

Las dos enfermedades venéreas típicas son las causadas por un germen tipo gonococo que produce la llamada gonococia, y la sífilis, provocada por la espiroqueta Trepo nema Pallidum.

La gonococia se transmite fácilmente a través del contacto sexual, debido a que los gonococos viven y se reproducen casi exclusivamente en los tejidos que tapizan los conductos urinarios y genitales.

La sífilis, por su parte, se contagia mediante un estrecho contacto físico, tal como se produce principalmente durante el acto sexual. Pero no es este el único camino por el que se puede transmitir la enfermedad, pues se han iad; casos de contagio por vía bucal. Esta afección contrae también por inoculación de sangre infectada, lo que explica que en el embarazo de una mujer afectada de sífilis, ésta se transmita al feto a través de la placenta.

sábado, 3 de septiembre de 2011

El Flujo Vaginal


La vagina de la mujer está formada por un tejido celular cuya biología le permite estar constantemente bajo los efectos de la humedad. En este sentido es semejante a la mucosa que tapiza la cavidad de la boca, humedecida siempre por la salivación.

Las células situadas en la superficie de la pared de la vagina, al morir y ser renovadas por otras células más jóvenes se desprenden y van a parar a la cavidad vaginal.

Ésta, al ser un conducto cerrado por un extremo, recoge y agrupa todas las células descamadas, que se expulsan lentamente al exterior a través de la vulva. Este fluir continuo, siempre en muy escasa cantidad, es lo que médicamente se llama leucorrea, palabra griega que significa fluir-blanco, por ser este su color.

Pero si examinamos al microscopio una muestra de la leucorrea, veremos que se encuentran en ella unas bacterias que rodean e incluso destruyen las células vaginales descamadas. Estas bacterias viven en simbiosis con la mujer, lo que significa que tanto la mujer como las bacterias se favorecen mutuamente en su desarrollo.

Ello es posible gracias a dos mecanismos: por una parte, la mujer proporciona a las bacterias los elementos necesarios para su nutrición (células descamadas); por otra parte, y de aquí el beneficio que. la mujer saca de ellas, estas bacterias, al destruir las células y metabolizarlas, convierten la glucosa contenida en el interior de cada célula en ácido láctico.

Ello hace que el medio vaginal sea ácido, hecho fundamental para la defensa de la mujer contra las contaminaciones de otras bacterias capaces de provocar una infección. En un medio ácido es difícil la vida de los gérmenes patológicos, y por lo tanto la leucorrea constituye una defensa natural que la mujer posee contra las infecciones vaginales.

De todo esto se deduce fácilmente que la higiene del aparato genital externo femenino ha de consistir en aseos superficiales que interesan solamente la vulva, pues un laxado del interior de la vagina, si no es prescrito por el médico, puede acarrear la muerte de las bacterias simbióticas, privándose así la mujer de una defensa natural que le es propia.

lunes, 29 de agosto de 2011

Traumas de la primera relación sexual


Las primeras relaciones sexuales resultan casi siempre desagradables para ambos miembros de la pareja, a causa de determinados motivos psíquicos y físicos.

Las causas físicas dependen principalmente de las condiciones anatómicas y morfológicas femeninas. La pérdida de la virginidad, llamada también desfloración, se efectúa cuando el anillo himeneal es dilatado por el pene. Esta dilatación es siempre más o menos dolorosa, según el grado de sensibilidad al dolor de cada mujer.

El agrandamiento himeneal producido durante la desfloración no va siempre acompañado por una rotura de himen. Lo común es que esta membrana, de estructura elástica, ceda a la introducción del miembro viril y se dilátenlo suficiente para permitir su paso. Sólo en algunas ocasiones puede romperse, produciéndose, en estos casos, una pequeñísima herida cuya longitud raras veces es superior a un milímetro. El sangramiento no es forzoso, dado que la membrana himeneal está irrigada por vasos sanguíneos de calibre muy pequeño que tras romperse se cierran casi instantáneamente.

Es frecuente observar, durante los días que siguen a la desfloración, cierto aumento del flujo vaginal. Este fenómeno, que dura poco tiempo, es del todo normal: consiste en una reacción fisiológica de la vagina en respuesta a la dilatación del himen.

Los motivos psíquicos intervienen en la apreciación del dolor ocasionado por la desfloración, al igual que en cualquier otro proceso doloroso. El principal factor que aumenta la sensibilidad dolorosa es el miedo, determinado a su vez por el desconocimiento del acto que se está efectuando, debido a la falta de una experiencia anterior.

En la especie humana, y a diferencia de los animales inferiores, el acto sexual dista mucho de ser «un reflejo de la médula espinal»: por el contrario, en él participan el espíritu, la imaginación y la estima, características que le imprimen su peculiar sentido humano. De ahí la importancia de que en él intervengan la comprensión y el consentimiento recíprocos.

Para lograr que el acto sexual se realice con normalidad, libre de tensiones emocionales que lo alteren, es imprescindible el acoplamiento espiritual y físico de la pareja. Si la relación sexual se efectúa sólo desde el punto de vista físico, se distorsiona su sentido humano, convirtiéndose en un acto reflejo y bestial en el que terminara por entrar en juego la competencia entre los dos sexos.

La excitación sexual ha de realizarse no a modo de lucha entre dos rivales, hombre y mujer, sino tratando, cada uno de ellos, de entender todos los fenómenos físicos y emocionales que se dan en el otro miembro de la pareja, para poder así comportarse del modo más correcto y conseguir el fin primordial que persigue la sexualidad, sin el cual es imposible toda armonía espiritual: el logro de la culminación sexual, el orgasmo, en ambos miembros de la pareja a la vez.

domingo, 21 de agosto de 2011

Virginidad en la Mujer


Desde el punto de vista médico existen dos tipos de virginidad: la cervical y la himeneal.

La virginidad cervical consiste en la integridad del orificio del cuello uterino, puerta de entrada de la cavidad del útero. Esta integridad se pierde cuando, en el momento del parto, el cuello del útero da paso al feto. El orine: cervical se dilata de tal forma durante el parto que. tras la expulsión del feto, queda más o menos agrandado. Esta pequeña modificación en la morfología del cuello del útero certifica que en la matriz ha habido ya un embarazo.

La virginidad himeneal es la integridad del himen; como ya sabemos demuestra, en principio, que no ha habido nunca una penetración del pene en la vagina. Pero, a diferencia de la virginidad cervical, en la morfología del himen han de tenerse en cuenta dos posibilidades que pueden cambiar totalmente la certeza de si hubo o no relaciones sexuales. Por una parte es posible encontrar un himen cuya elasticidad tolere la entrada del miembro viril sin rotura alguna' y con una elongación que permita su total restablecimiento tras el coito. Por otra, y contrariamente al caso anterior, pueden observarse hímenes rotos o dilatados sin que haya habido relación sexual previa; la membrana himeneal pudo romperse o elongarse durante los juegos libidinosos infantiles.

Todo ello explica que sea posible afirmar o negar con certeza la existencia de un embarazo anterior (virginidad cervical), mientras que es sumamente difícil saber a ciencia cierta si fueron efectuadas relaciones sexuales con anterioridad (virginidad himeneal).

Hemos visto en párrafos anteriores que, gracias a una elasticidad determinada del himen, es posible conservar la virginidad aun habiendo tenido relaciones sexuales. Se comprende, pues, fácilmente que se puedan dar, en ciertos casos, virginidad y embarazo al mismo tiempo.

Pero existe otro mecanismo por el cual una mujer virgen puede resultar embarazada sin que haya habido penetración en la vagina del miembro viril; esto puede ocurrir si se han practicado relaciones sexuales en las que el hombre haya depositado su semen en la entrada de la vagina. La motilidad propia de los espermatozoides les permite recorrer el canal vaginal hasta alcanzar el útero, pudiendo así fecundarse el óvulo maduro.

Son extraordinariamente variables las diferencias de comportamiento que registra la especie humana en este sentido. La capacidad sexual adquiere en el hombre valores que, por así decirlo, «varían entre cero e infinito».

Esta capacidad sexual no está en relación, como en principio podría suponerse, con los caracteres sexuales secundarios o primarios. Existen varones adultos capaces de pasar largas temporadas (a veces quince o veinte años) sin tener actividad sexual alguna. Contrariamente, se da el caso de hombres capaces de mantener un ritmo de doce catorce o más orgasmos semanales. Dentro de estos límites, todas las variaciones que van de un extremo a otro son posibles.

En la mujer, estas variaciones en la frecuencia de la relación sexual son aún más marcadas, pues no sólo varía el número de relaciones sexuales efectuadas por cada mujer, sino que además es posible, y sucede no raras veces, que en cada relación sexual una mujer experimente varios orgasmos seguidos, incluso quince o veinte orgasmos en el espacio de una hora.

Los estudios efectuados sobre la capacidad sexual de la especie humana muestran que. tanto en el hombre como en la mujer, la frecuencia de actividad sexual de cada individuo es uniforme, y sólo sufre, a través de los años, variaciones tan pequeñas que puede considerarse la capacidad sexual como constante.

Estas pequeñas variaciones que hemos mencionado se deben, sobre todo, a que la capacidad física genital está limitada por la actividad intelectual y física, puesto que un exceso de trabajo en una u otra actividad es capaz de provocar un estado de agotamiento que reste fuerzas al organismo. El agotamiento por excesivo trabajo, al igual que cualquier enfermedad, es capaz de impedir el logro del orgasmo en la relación sexual, pues la capacidad sexual está directamente vinculada a la salud del organismo en su conjunto, ya que pone en juego no sólo el buen estado físico del aparato genital, sino el de todas las partes del organismo.

lunes, 8 de agosto de 2011

Primeras Relaciones Sexuales


En los seres inferiores al hombre, la primera relación sexual tiene lugar cuando el aparato genital alcanza el desarrollo y la madurez necesarios para la reproducción. Aparte del condicionamiento al tiempo y al medio, la madurez sexual es el único requisito para que empiece la descendencia.

En el hombre, en cambio, la madurez física no es la única condición que permite el comienzo de las relaciones sexuales, sino que éstas, como todo acto humano, están ligadas al conjunto de la personalidad, y, por tanto, será también necesaria cierta madurez espiritual.
El hombre y la mujer llegan a la madurez física entre los 12 y los 15 años. Este momento, que en el varón pasa casi desapercibido, está señalado en la mujer por la aparición de la primera regla.

Su presencia indica que se han puesto en marcha mecanismos hormonales que conducirán, luego, a la armonía y equilibrio de todas las hormonas del organismo. Sólo al cabo de uno o dos años a partir de la primera regla (menarquía), la mujer alcanza la madurez necesaria para soportar físicamente un embarazo. Sin embargo, para la primera relación sexual, en la especie humana no se impone sólo este requisito; también se precisa la madurez espiritual suficiente para llegar a entender el verdadero significado del acto y su relación con el resto de la existencia.

Tema de eterna discusión es la conveniencia de mantener o no mantener relaciones sexuales antes del matrimonio.

La relación sexual es una forma de comunicación, y mediante ella hombre y mujer se integran en la forma de pensar, sentir y vivir como pareja. Es cierto que la relación sexual, practicada fuera o dentro del matrimonio, es un camino para llegar al conocimiento recíproco entre hombre y mujer, mas por otra parte no es éste el único camino para llegar a conocerse. La relación sexual no es imprescindible para que exista una profunda comunicación entre dos seres. Entre individuos del mismo sexo también puede darse una gran compenetración sin necesidad de relaciones sexuales.

De ello se deduce que no es éste el camino correcto para llegar a esclarecer si son aceptables o no las relaciones sexuales prematrimoniales.

El hombre, en el transcurso de su vida y motivado por sus creencias espirituales, contrae determinados vínculos con diversas instituciones. Es así como se explica que existan en la historia de la humanidad innumerables religiones o doctrinas, en las que siempre ñgura un mayor o menor número de creyentes. Es evidente que quien profese una religión determinada por haberse vinculado a ella voluntariamente, también voluntariamente acepta las obligaciones o deberes que ésta le impone. Por ello el mahometano rehusa comer carne de cerdo, aunque le apetezca.

En forma análoga, las relaciones sexuales prematrimoniales están condicionadas por los vínculos religiosos que contraemos. Así, si la religión de una mujer le prohibe la práctica de tales relaciones, ella se verá obligada a no efectuarlas y respetar dicho mandamiento, bajo pena de Tener que aceptar las responsabilidades y consecuencias que le comporte su desobediencia.

Es obvio añadir que un hombre que no profese ninguna religión, o bien que profese una religión que admita amplia libertad en la conducta sexual, una vez alcanzad* su madurez física, sexual y espiritual, no tendrá impedimento alguno para trabar relaciones sexuales cuando encuentre una mujer que comparta su forma de pensar y de sentir.

domingo, 31 de julio de 2011

Dos sexos en la Sexualidad


Para comprender la sexualidad rio basta conocer la anatomía y la fisiología de los aparatos genitales masculino y femenino; es necesario, también, saber por qué en la evolución de las especies se han diferenciado los dos sexos de forma tal que, para hacer posible la procreación, es imprescindible la participación de ambos.

¿Qué ventajas supone esta organización sobre la de los animales unisexuales?

La existencia de dos sexos en los animales superiores, entre los que está incluido el hombre, confiere a la reproducción un perfeccionamiento que afecta principalmente a la retransmisión de caracteres genéticos, y brinda mejores defensas a la fecundación y al desarrollo del embrión.

Para explicar el aspecto genético será útil ver qué ocurre en los animales inferiores unisexuados, cuyo organismo consta de una sola célula; estos seres representan una de las organizaciones animales más simples. Su reproducción tiene lugar mediante la división en dos mitades de toda la célula, distribuyéndose en igual proporción los elementos que componen el animal. Se logra asi que de un solo individuo originario se formen dos. Estos dos nuevos seres serán idénticos entre sí, y a la vez idénticos a la célula originaria: tendrán todas las características de ésta, pero no habrán adquirido carácter nuevo alguno.

De ello se deduce que es ínfima la capacidad evolutiva de estos organismos, o sea, que muy difícilmente adquieren nuevos caracteres que los perfeccionen y supongan una ventaja frente al medio en que viven. Sólo de vez en cuando experimentan un fenómeno llamado de conjugación, que consiste en la unión entre dos de estas células, que mezclan o conjugan sus propiedades genéticas; de tal unión surgen de nuevo los dos seres unicelulares con sus caracteres mezclados. Este fenómeno, que no debe confundirse con el de la reproducción, se realiza después de varias divisiones celulares, según la especie de que se trate.

Semejante deficiencia en la transmisión genética queda reparada en los animales superiores gracias a la bisexualidad; la participación de dos elementos sexualmente distintos comporta la mezcla forzosa de ambos caracteres genéticos que, por lo tanto, se transmiten a la prole.
Es así como el hombre tiene asegurada la capacidad de perfeccionamiento y adquisición de nuevos caracteres en la evolución de su especie, puesto que la fecundación del óvulo por el espermatozoide determina la transmisión de los caracteres genéticos de ambos progenitores en cada uno de los hijos.

viernes, 29 de julio de 2011

Síntomas de excitación sexual


Cómo distinguir los síntomas

Como hecho básico debemos saber que en los casos de auténtica excitación sexual, estos síntomas -taquicardia, sudoración, tensión muscular, etc.-

Se instalan cuando el hombre está en la cama con la persona amada y no se confunden con los síntomas propios de la excitación (ansiedad) que aparece antes de ir a la cama. En los eyaculadores precoces, el comienzo de estos síntomas es brusco; en quienes están excitados sexualmente sin ansiedad, en cambio, el comienzo es habitualmente creciente y estas personas sólo llegan a su apogeo en el momento del orgasmo.

Es fundamental aclarar que las personas con eyaculación precoz y con estos síntomas, producto de la fantasía anticipatoria y del fracaso, deben prestar especial atención a la aparición de taquicardia, sudoración, etcétera, y no confundir su ansiedad con excitación sexual.

En caso de duda o cuando se está seguro de que los síntomas son producto de la ansiedad, es aconsejable detener la acción sexual, disfrutar más de la mirada y de las caricias (por ejemplo, a través de un masaje no sexual), que seguir en una situación que, a causa de su confusión, impedirá el control de la eyaculación.

Por otra parte, sus compañeras deben saber también cuál es el propósito de frenar la crisis ansiosa, de modo de poder colaborar y garantizar así que el coito vaginal se efectúe con más seguridad.

lunes, 25 de julio de 2011

Excitación o Ansiedad en la Sexualidad


¿Excitación sexual o ansiedad?

Todas las personas tienen, en situaciones sexuales diferentes, sensaciones corporales difíciles de discriminar, que se confunden entre las propias de la excitación sexual y las que pertenecen al terreno de los llamados trastornos de ansiedad.

Por ejemplo, la taquicardia, propia de la excitación sexual, puede ser leída también como muestra de un proceso ansioso. Lo mismo puede suceder con la tensión muscular, la transpiración, la respiración acelerada, etc. Todas estas manifestaciones pertenecen tanto al campo de la excitación sexual como al de la excesiva ansiedad.

Sabemos que uno de los componentes básicos de quienes padecen eyaculación precoz es su exceso de manifestaciones ansiosas. Por lo tanto, es conveniente saber distinguir cuándo estos síntomas responden a su excitación sexual auténtica y cuándo son producto de la excesiva ansiedad. Reconocer esto hará mucho más fácil su manejo en la situación sexual de pareja.

jueves, 21 de julio de 2011

El Lenguaje del Amor


Cada uno de nosotros utiliza para comunicarse sexualmente con los demás todo un lenguaje de palabras, miradas, signos y gestos que revelan lo que sentimos, deseamos y rechazamos. Esos códigos varían de una cultura a otra y de una persona a otra.

El lenguaje amoroso usado dentro de las situaciones sexuales es variado. De manera que las caricias en los pechos y en el pene hacen a la riqueza de la comunicación. Nuestros cuerpos son como mapas.

En él existen, como en una lámina de estudio, varias flechas que marcan sobre su cartografía las zonas erógenas culturalmente reconocidas. No son puntos arbitrarios: coinciden con lugares de gran concentración de terminaciones nerviosas, cuya inervación les concede una especial sensibilidad por lo que pueden responder a una estimulación adecuada. La punta de los pezones y el clítoris en la anatomía femenina, y el pene y aun las tetillas en la masculina entran en esta clasificación.

Pero, ¿toda estimulación de los pechos femeninos es placentera? A veces no. Una diferencia de milímetros, una presión excesiva o la falta de ganas de recibirla modifican la respuesta. Cada uno debe realizar el descubrimiento necesario sobre el "mapa" de su compañero o compañera. Una auténtica travesía para enriquecer la sensibilidad.

Por otra parte, hay que recordar que no todos los días se alcanzan las mismas sensaciones. Ni se obtienen por vía rutinaria o encuentros sin imaginación. Quizás el pelo, la nuca, los pies, los brazos y todo el resto de la superficie corporal estén a la espera de ser visitados.

Toda nuestra piel es como un guante que nos cubre y ella es nuestro gran órgano sexual. Cuando existe confianza y comunicación en la pareja, las posibilidades de placer aumentan. Es importante que leas un libro de Alex Comfort: "La alegría del sexo". Te ayudará en tu vida sexual presente y futura.

miércoles, 13 de julio de 2011

El Orgasmo en la Pareja


Con el período de máxima excitación, deviene el orgasmo y la eyaculación en el varón. Esto provoca un rápido descenso en la excitación, lo cual deriva en una sensación de desgano inmediatamente posterior al coito. De allí el dicho popular que indica que cuando el varón eyacula "quiere darse vuelta y dormir".

Fisiológicamente, está preparado para eso, ya que entra en un período en el que pierde la motivación sexual: a los veinte años, este plazo es de dos minutos, y con la edad los tiempos se alargan cada vez más.

Este es otro punto en el que hombre y mujer responden de manera distinta: ellas pueden quedar en el mismo nivel de excitación después de tener un orgasmo, o descender, pero poco. La curva de pérdida de la excitación (que en el hombre se produce casi instantáneamente después del éxtasis), en las mujeres se produce de forma mucho más lenta.

Esto es lo que hace que la mujer después de lograr el éxtasis, desee seguir abrazando a su pareja, tocándolo, e incluso pidiéndole más sexo. Por otra parte, las mujeres pueden tener más de un orgasmo, y orgasmos más prolongados.

Este es el esquema básico de las fisiologías masculinas y femeninas, lo cual condiciona la respuesta sexual de ambos. No obstante, la actitud de los amantes también está condicionada por lo cultural. La reacción amatoria es, entonces, una mezcla de lo físico y lo cultural.

domingo, 10 de julio de 2011

La Educación Sexual


Ni el hombre ni la mujer son educados sexualmente en nuestro país; esto es un hecho incontrovertible.

Sin embargo, existe la costumbre de pensar que el hombre ya sabe lo suficiente, con lo cual la mujer se casa confiada, sin preocuparse lo más mínimo de este problema.

Sólo más tarde empieza a considerar que algo no marcha del todo bien, que ella no se siente satisfecha, y como ahora ya no está tan de moda decir que la mujer no tiene por qué sentir placer durante el acto sexual, comienza a impacientarse, a hablar de estos asuntos con sus amigas, y a hacerle algunos reproches a su marido.

Pero lo que ni le pasa por la cabeza es considerar que el marido, cuando ambos se casaron, era tan ignorante como ella misma. ¿De dónde deberá provenirle la ciencia ? En los países en que las mujeres decentes son tan decentes, la única ocasión que tiene un hombre de realizar experiencias sexuales es frecuentando alguna prostituta, y como es lógico no es ésta la mejor escuela del amor.

Lo cierto es que, en la mayoría de los casos, el hombre lo ignora todo de la mujer, y por este motivo, no por mala fe, obra a menudo con gran torpeza, dejándola casi siempre sumida en una gran tensión nerviosa.

¿Qué debe hacer la mujer en estos casos ? Pues bien, educar al marido, ya lo hemos dicho. Pero claro, antes de educar al marido necesita educarse a sí misma. ¿Y cómo Otra solución puede ser decirle al marido: «Acabo de leer un libro muy interesante acerca de la vida sexual», y dejarlo descuidadamente a su alcance. Sería sorprendente que no se le ocurriera ojearlo.

Finalmente una última consideración: es necesario darle a este problema toda la importancia que tiene. Hasta ahora se ha considerado tema tabú y ello ha sido la causa de la infelicidad de muchas mujeres. Es hora, pues, de que se preocupen de él, y, sobre todo, que tengan presente que sin una vida sexual satisfactoria no pueden sentirse colmadas, y que de su infelicidad van a hacer partícipes, aún sin proponérselo, a sus maridos y a sus hijos, ya que si no están contentas les será muy difícil reprimir sus accesos de mal humor y disimular su tristeza.

La resignación, tan aconsejada hasta hace poco, es ineficaz, pues, aunque la mujer conscientemente quiera ignorarla, la depresión subsiste y acaba por salir a flote y por repercutir en el bienestar de toda la familia.

Por ella misma y por los suyos, la mujer consciente no puede seguir sumida en la ignorancia ni permitir que su marido desconozca la importancia de la vida sexual y su íntima relación con la vida afectiva.

lunes, 27 de junio de 2011

Sexualidad - Diferencias entre hombres y mujeres


Ya sabemos que no solamente las hormona deciden cuál será la reacción sexual de hombres y mujeres en materia amatoria. En el libro titulado "El erotismo", un afamado sociólogo italiano llamado Francesco Alberoni intenta explicar estas distancias conductuales entre los dos sexos a la hora del amor.

El especialista analiza las diferentes formas de concebir el erotismo para hombres y mujeres: ellos se excitan con los cuerpos desnudos y en acción. Imaginan a las mujeres como seres poseídos por el sexo, desesperadas por arrojarse sobre ellos para amarlos.

Las piensan como con los mismos impulsos que los propios hombres. "La pornografía masculina elimina la resistencia femenina, la necesidad del galanteo, la súplica femenina de amor", dice Alberoni. Como explicamos anteriormente, cuando el hombre eyacula y su deseo decae abruptamente, es común que a los pocos segundos quiera estar vestido y en otro lado. Si bien esto tiene sus matices, este tema suele afectar a las mujeres: ellas viven esta conducta como rechazo y desinterés, y esto no es así, ya que es el organismo quien produce esta actitud en los hombres.

Ahora bien, la pregunta es cómo conciben ellas el erotismo. Alberoni dice que hay cuestiones culturales que las relegan a un segundo plano: el de la pasividad. Es por ello que deben estar a la expectativa de que los hombres se acerquen para seducirlas. Sin embargo, las tendencias liberadoras de los últimos años han logrado revertir parcialmente esta situación, aunque esta costumbre social aún es muy poderosa y condicionante.

En lo social podemos hallar más de una diferencia entre varones y mujeres:

La mujer necesita una continuidad sexual, a diferencia del hombre que se caracteriza por lo discontinuo. Ellas desean ser amadas y gustadas de manera permanente y duradera. Los hombres, en cambio, experimentan emociones distintas, que no los obligan a mantener estas relaciones continuas con las mujeres.

Esto también se explica ciesde lo fisiológico. Para ellas, muchas veces la relación sexual es sólo un medio para lograr la atracción afectiva. En cambio, para ellos puede significar el fin en sí mismo. La mujer busca amor, continuidad y placer (traducido en las caricias), mientras que el hombre sólo parece preocuparse por satisfacerse sexualmente (busca la penetración).

• Ellos se sienten atraídos por las formas, por la belleza y por el encanto. A ellas, en cambio, n les atrae tanto lo externo como lo interior. Milán Kundera decía que "Las mujeres no buscan a los hombres hermosos. Las mujeres buscan a los hombres que han tenido mujeres hermosas".