Entrada destacada

Bufandas: nunca pasan de moda

Está bien para salir de la monotonía y tener que tchan a tu look? ¿Cómo sobre el uso de un simple accesorio que nunca pasa de moda? Los...

Mostrando entradas con la etiqueta excitación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta excitación. Mostrar todas las entradas

jueves, 21 de julio de 2011

El Lenguaje del Amor


Cada uno de nosotros utiliza para comunicarse sexualmente con los demás todo un lenguaje de palabras, miradas, signos y gestos que revelan lo que sentimos, deseamos y rechazamos. Esos códigos varían de una cultura a otra y de una persona a otra.

El lenguaje amoroso usado dentro de las situaciones sexuales es variado. De manera que las caricias en los pechos y en el pene hacen a la riqueza de la comunicación. Nuestros cuerpos son como mapas.

En él existen, como en una lámina de estudio, varias flechas que marcan sobre su cartografía las zonas erógenas culturalmente reconocidas. No son puntos arbitrarios: coinciden con lugares de gran concentración de terminaciones nerviosas, cuya inervación les concede una especial sensibilidad por lo que pueden responder a una estimulación adecuada. La punta de los pezones y el clítoris en la anatomía femenina, y el pene y aun las tetillas en la masculina entran en esta clasificación.

Pero, ¿toda estimulación de los pechos femeninos es placentera? A veces no. Una diferencia de milímetros, una presión excesiva o la falta de ganas de recibirla modifican la respuesta. Cada uno debe realizar el descubrimiento necesario sobre el "mapa" de su compañero o compañera. Una auténtica travesía para enriquecer la sensibilidad.

Por otra parte, hay que recordar que no todos los días se alcanzan las mismas sensaciones. Ni se obtienen por vía rutinaria o encuentros sin imaginación. Quizás el pelo, la nuca, los pies, los brazos y todo el resto de la superficie corporal estén a la espera de ser visitados.

Toda nuestra piel es como un guante que nos cubre y ella es nuestro gran órgano sexual. Cuando existe confianza y comunicación en la pareja, las posibilidades de placer aumentan. Es importante que leas un libro de Alex Comfort: "La alegría del sexo". Te ayudará en tu vida sexual presente y futura.

miércoles, 13 de julio de 2011

El Orgasmo en la Pareja


Con el período de máxima excitación, deviene el orgasmo y la eyaculación en el varón. Esto provoca un rápido descenso en la excitación, lo cual deriva en una sensación de desgano inmediatamente posterior al coito. De allí el dicho popular que indica que cuando el varón eyacula "quiere darse vuelta y dormir".

Fisiológicamente, está preparado para eso, ya que entra en un período en el que pierde la motivación sexual: a los veinte años, este plazo es de dos minutos, y con la edad los tiempos se alargan cada vez más.

Este es otro punto en el que hombre y mujer responden de manera distinta: ellas pueden quedar en el mismo nivel de excitación después de tener un orgasmo, o descender, pero poco. La curva de pérdida de la excitación (que en el hombre se produce casi instantáneamente después del éxtasis), en las mujeres se produce de forma mucho más lenta.

Esto es lo que hace que la mujer después de lograr el éxtasis, desee seguir abrazando a su pareja, tocándolo, e incluso pidiéndole más sexo. Por otra parte, las mujeres pueden tener más de un orgasmo, y orgasmos más prolongados.

Este es el esquema básico de las fisiologías masculinas y femeninas, lo cual condiciona la respuesta sexual de ambos. No obstante, la actitud de los amantes también está condicionada por lo cultural. La reacción amatoria es, entonces, una mezcla de lo físico y lo cultural.