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sábado, 13 de agosto de 2011

La Pareja - educación de maridos


Como hemos apuntado anteriormente, entendemos por «educación doméstica» el hecho de enseñar al marido a ayudar en los trabajos de la casa, y, lo que es más difícil, convencerle para que «se deje enseñar» a realizar estos menesteres.

Desde que el ser humano se hizo sedentario, hace muchos millares de años, los varones y las mujeres se repartieron el trabajo de la siguiente manera: el varón salía a cazar y a pescar para conseguir los alimentos fundamentales, y la mujer permanecía en casa al cuidado de los hijos, de los animales domésticos y de las tierras, en las que se empezaba a cultivar algunas plantas. En el hogar la mujer se ocupaba también de tejer, de fabricar utensilios de cerámica, etc.

Ha llovido mucho desde entonces. El varón, para vivir, ya no se ve obligado a cazar ni a luchar a muerte con su prójimo por una presa cualquiera. Sin embargo, la mujer sigue en casa. Con lavadora, aspiradora y demás, pero sigue en casa. Y esto no es justo. En una sociedad tan desarrollada industrialmente como la actual, la mujer debería haberse incorporado plenamente al proceso productivo y los enojosos trabajos caseros deberían haberse colectivizado de tal manera que no esclavizaran a nadie.

A la mujer se le ha tendido una trampa, está en un círculo vicioso. Vean si no. La mujer se ocupa de las cosas del hogar porque «no trabaja», y no trabaja porque se tiene que ocupar de la casa. De esto se desprende que si ella no hace un esfuerzo real para que las cosas dejen de funcionar de esta manera, dentro de unos cuantos millares de años más la situaciórf seguirá, en lo que a la mujer respecta, igual que en el neolítico.

Sólo podrá romper las cadenas que la esclavizan mediante al hecho consumado. Si trabaja, si ejerce una profesión, las tareas domésticas se harán solas. Descubrirá de pronto que en vez de lavar la ropa en casa, aunque sea con ayuda de una lavadora, puede recurrir a una lavandería que le devolverá la ropa limpia y seca; descubrirá que comer en los restaurantes es agradable y variado, o que las comidas sencillas que se preparan en casa en un momento son las más sanas y que además no engordan; descubrirá que sus hijos aprenden a desenvolverse solos con gran rapidez y que se vuelven cada día más sociables; descubrirá que el planchado, si compra la ropa con inteligencia, es una actividad que ha pasado a la historia; descubrirá, en fin, que un mundo nuevo se abre ante ella y que, sin saber cómo, se ha liberado de un suplicio absurdo.

¿Y en cuanto a la educación del marido? Pues bien: se hará también sola. Si el varón se considera incapaz de realizar cualquier trabajo doméstico es porque su educación se ha realizado en otra dirección (recordemos que las cocinas, las muñecas, las labores le estaban prohibidas), por lo que se sentiría disminuido en su calidad de varón si se viera obligado a prestar ciertos servicios.

Y, sin embargo, las tareas del hogar no son femeninas en sí, sino que lo son porque hasta ahora las ha realizado la mujer, y esto porque ella, como ser humano de segunda categoría, debía realizar los trabajos menos satisfactorios desde el punto de vista de la realización personal.

jueves, 14 de abril de 2011

Los Anticonceptivos en la Pareja


Cortan la espontaneidad

Quienes no tienen una pareja estable, confiable, sana y segura, deberán echar a mano a otras alternativas. En esos casos, debe privilegiarse un método de barrera que impida el posible contagio de una enfermedad sexualmente transmisible. Muchos hombres y mujeres rechazan o prefieren evitar el uso de preservativos. Argumentan su menor seguridad en el plano anticonceptivo y se quejan de que son incómodos y restan espontaneidad.

Este rechazo se debe, en general, al hecho de que requieren "premeditación". Un atavismo ancestral quizás actúe a nivel inconsciente y cree conflictos en las personas que no están totalmente convencidas de la licitud del sexo sin fines reproductivos.

Es poco probable que un determinado anticonceptivo pueda distorsionar las relaciones sexuales de la pareja.

La cultura asigna a los rituales del hombre connotaciones antinaturales. Por ejemplo, la ropa oculta el cuerpo e impide la satisfacción inmediata del deseo sexual. Por eso suele ero-tizarse el simple acto de desvestirse, convirtiéndolo en un estímulo sexual.

Deben modificarse los prejuicios hacia algunos métodos anticonceptivos. En lugar de vivir la colocación del preservativo como un hecho incómodo, que interrumpe el juego amoroso, hay que incluir este acto dentro de los rituales sexuales y aprender a disfrutarlo.

Muchos hombres esgrimen la excusa de que les resta sensibilidad. Esto -que puede ser cierto en determinados casos-es de mínima importancia, ya que sólo puede ocurrir al comienzo de su uso. Poco a poco, las terminaciones nerviosas del pene se acostumbran a traspasar la "barrera" del látex, ignorando su existencia. Algo similar a lo que les ocurre a los cirujanos: si no adquiriesen una sensibilidad creciente en las extremidades de los dedos, nunca lograrían operar correctamente utilizando guantes de látex.

A veces, la mala disposicón previa actúa en forma negativa y malogra la experiencia sexual.

jueves, 31 de marzo de 2011

Historia de la Pareja - Matrimonios


La mujer va a aparecer definida con relación a los hombres: hermana de, hija de, esposa de, nieta de... En este período de la modernidad, ella no se encuentra al margen de la cuestión económica. Ahora, la figura femenina debe procurarse su propia dote. Es cierto que las características de ésta serán diferentes según la clase social a la que pertenezca la mujer.

Para las clases altas y medias, el contrato matrimonial es el negocio más importante que una familia hace; sin embargo, este modelo no se aplica a toda la sociedad. La mujer de clase baja tiene que trabajar para mantenerse, pero no se admite la independencia femenina. Lo que significa que el trabajo tiene su razón de ser en el aporte que ella realiza al contrato matrimonial. Lamujer sin dote puede acceder a un casamiento con alguien situado en el nivel más bajo de la escala social.

En este período, la mujer trabaja en las granjas agrícolas; en la industria doméstica (colabora con sus padres o maridos en el despacho o venta de lo producido en el hogar); en la industria de la seda o pertenece a la servidumbre (con todas las gradaciones: damas de salón' como cúspide de su carrera).

Ahora bien, para conseguir trabajo es importante la educación, bien que escasea en la época. Existen escuelas de caridad (S. XVII) y pequeñas escuelas. Se procura que la mujer tenga buena presencia: "... el ideal era vestido limpio, aunque zurcido, cuello almidonado, aunque viejo, calcetines sin agujeros y zapatos lustrados".

¿Quién con quién?
Las hijas de abogados y de hombres del clero se casan con aquellos de la misma profesión paternal; las sirvientas reales con jornaleros, tratando de establecer una granja; las sirvientes ciudadanas con sirvientes ciudadanos, con el proyecto de crear un pequeño negocio independiente (bar, cafetería). La hilandera se casa con el cardador o el tejedor, de ahí que no se interrumpe el ciclo del trabajo. La mano de obra no calificada (floristas, vendedoras ambulantes) que no tiene dote, o que la ha gastado por alguna enfermedad, se casa con hombres de su misma condición.

Entre 1550 y 1800, las mujeres que mueren solteras son entre el 5 y el 25 por ciento. La edad del casa- miento se eleva. Cuanto mayor es la crisis económica, más notoria es la demora para casarse. En general, la mujer no se casa con alguien situado por debajo de su estatus social.

martes, 29 de marzo de 2011

Historia de la Pareja - Intimidad


En busca de la intimidad
"El amoblamiento interior de las casas apareció con el amoblamiento interior de las mentes" G. Lukacs.

La idea de confort no es precisamente medieval sino una concepción moderna. El hombre-individuo comienza a reclamar sus propios espacios. El confort es mucho más que la búsqueda de bienestar físico; es el contexto para una vida interior que se va vislumbrando.

Las casas comienzan a ser más grandes y mejor construidas, aunque persiste la falta de comodidad física. La piedra sustituye a la madera; el vidrio se abarata y se empieza a usar en las ventanas en lugar de papel engrasado. La chimenea (original del siglo XI) se hace popular y casi todos los espacios tienen una.

El alumbrado sigue siendo deficiente hasta que, en el siglo XIX, aparece la iluminación a gas. Las habitaciones están llenas de cosas pero no amuebladas. Con respecto a la costumbre de bañarse, se produce una regresión. En el medioevo había baños públicos que habían degenerado en bur-deles y por eso se los había proscripto. Por otra parte, el agua es un problema ya que. con el crecimiento de las grandes ciudades, se contaminan los pozos medievales: la gente recurre entonces a las fuentes públicas. Es muy difícil llevar agua a las casas y la vieja costumbre de bañarse se va perdiendo.

Un lugar privado
En la casa burguesa, la comida no se hace en el hogar central sino que ya existe una habitación preparada para estos fines. La sociedad es de por sí maloliente, por eso aislan la cocina, aunque alguna gente sigue durmiendo en la sala o en camas rebatibles, empieza a aparecer la "chambre" (el futuro dormitorio'. Hay, además, otros cuartos co-:on éste: el guardarropas y la despensa, por ejemplo, y a menudo se duerme en ellos.

En general, en estas casas vive más de una familia. Los pisos altos se alquilan , pero no cuentan con "salle ni con cocina". Por lo que se prepara la comida en el dormitorio y la vida de la familia se desarrolla en una sola habitación. Se separan amos y criados, lo cual demuestra un deseo de mayor intimidad. Mucha gente ya no vive y trabaja en un mismo edificio: la casa pasa a ser una residencia y se convierte para algunos en lugar privado. El proceso es lento; sin embargo, la intimidad conseguida es un logro.

domingo, 27 de marzo de 2011

Historia de la Pareja - El Casamiento


El casamiento: algunos cambios, los mismos intereses

Para la mujer, el matrimonio es su destino. Para el hombre, en cambio, llega a ser un proceso que le facilita su accionar. El marido da protección, sostén y paga impuestos. La mujer es compañera y madre, además de al-fabetizadora de sus hijos. El casamiento tiene la finalidad de la reproducción en un marco protegido. Sin embargo, éste es un tramo de grandes dificultades para las mujeres: cargan con mucha responsabilidad pero no gozan de independencia. De ellas dependen la fecundidad y la armonía familiar.

Los jurisconsultos establecen edades legales para casarse y los médicos preservan a las niñas de uniones prematuras o demasiado tardías. Se eleva el conocimiento de la práctica obstétrica y se conocen así los peligros de un embarazo para una adolescente apenas formada. A fines del Renacimiento, la sexualidad aparece como legítima y necesaria. Si se casa a la mujer sin su consentimiento, se es culpable a los ojos de la naturaleza.

La unión armoniosa de los sexos depende de un acuerdo físico y espiritual: ahora la jovencita no es soporte pasivo del varón y su volunt; Se le concede el derecho de participar en construcción de su destino. Obviamente, t to choca con una sociedad en la que las niñ son objeto de transacción, moneda de car bio de un poder económico y de un prestig social. De todas formas, se intenta luch, contra alianzas que sólo le dan prioridad a ambición social, sin tener en cuenta el entei dimiento afectivo y físico de los cónyuge: aunque todavía no se puede situar el ame como base de la pareja.

En esta etapa de la historia, un matrimo nio es un contrato que supone un intercam bio de bienes que caen bajo la óptica de marido. Los asuntos monetarios se antepo nen -si bien no como antes- a los deseos necesidades y naturaleza de las mujeres. Er el período anterior a la Reforma y al Concilio de Trento, el acto matrimonial no es un consentimiento y juramento de amor y fidelidad, sino un contrato seguido luego de un acto sexual. En un testamento de 1599, un padre le legó a su hija algunas ovejas y un marido. "A mi hija Majorie, le dejo LX ovejas y un marido y la concedo en matrimonio a Edward, hijo de Reynold Shajtoe." Contraer matrimonio por amor, sin tierras o bienes, es asegurarse una vida de sufrimiento.

Casi todos los maridos son mayores que sus esposas, lo que les permite combinar el papel de padre y esposo. Las ideas de los predicadores como las de los humanistas ubican a la mujer en el hogar, el silencio y la sencillez. Existen varios manuales de confesión y guías matrimoniales en los que se limitan las actividades sexuales. El acto sexual no debe practicarse frecuentemente; debe hacerse frente a frente, sin usar las manos o la boca, sin obscenidad ni desnudez visible, y sin insultos.
Sin embargo, casi todos los códigos morales le dan al marido el derecho de golpear a la mujer en "actitud de corrección". El adulterio es la manera más fácil (para los hombres) de disolver matrimonios; si bien entre las clases pobres, la causa más común de disolución es el abandono.

jueves, 24 de marzo de 2011

Historia de la Pareja


La pareja cerrada y atomizada del período feudal va dando paso a otra, en la que -con ciertas contradicciones- se le concede a la joven el derecho de participar en la construcción de su destino. En este período, el cuerpo de la mujer ya no es algo tan misterioso y oscuro; ella comienza a ser definida en función del órgano que le da sentido: el útero.

Para muchos historiadores, la modernidad se inicia en el Renacimiento (siglos XV y XVI), época en que ideologías de libertad, individualidad creadora, incursiones cabalísticas y alquímicas preanuncian y promueven nuevas representaciones. El hombre camina hacia la autonomía de conciencia y ejerce el libre albedrío alentado por la experimentación científica. Este periodo se caracteriza por el despliegue de un conocimiento humanista de la naturaleza en búsqueda de verdades terrenales. Sin contar que todo el marco cultural aparece trastrocado por los nuevos aires que traen los estudios copernicanos.

El hombre moderno ancla sus ideales sobre la base de que el mundo es perfectible y dominable. El rasgo más marcado de este proceso es la necesidad de "renovación": los hombres aspiran a ser individuos. Se encuentran sumidos en una forma de experiencia vital que les propone aventuras, transformaciones, crecimientos y, al mismo tiempo, amenaza con destruirlos.

Esta es la modernidad que no tiene fronteras ni ideologías, y une y desune a la humanidad en un proceso de cinco siglos que, según algunos historiadores, continuaría hasta el día de hoy.

¿Cómo es la vida moderna que enmarca a la pareja? Se alimenta de varias fuentes: descubrimientos importantes de las ciencias; industrialización en la producción; aparición de nuevas formas de poder jurídico y de la lucha de clases; transformaciones demográficas; sistemas masivos de comunicación; estructuración de los estados en forma cada vez más poderosa y aparición del mercado capitalista.

La vida moderna cotidiana es un verdadero torbellino. Los hombres se convierten en héroes diarios de un mundo que ofrece multitud de nuevas experiencias, imposibles de clasificar. En este capítulo nos extendemos un poco más allá de los límites cronológicos del Renacimiento, para referirnos al período que transcurre entre los siglos XV y XVIII, aproximadamente.

Momento en el que, en forma gradual, se define una nueva forma de preservar, vivir y concebir la vida privada, que afecta la construcción del mundo de la pareja. Los cambios son paulatinos. De la pareja cerrada y atomizada del período feudal, se comienza a edificar un modelo relacionado con el mundo exterior, que se basa en la "fundación de la familia."

viernes, 11 de marzo de 2011

Problemas de Martimonio - consejos en la pareja


Los expertos pueden predecir si un matrimonio tendrá probabilidades de divorciarse con sólo realizar tres simples preguntas sobre la relación, según afirma un psicólogo que estuvo investigando más de dos mil parejas.

En una investigación, se logró predecir con una sorprendente exactitud del 94 por ciento, si las parejas se encaminaban al divorcio en un lapso de tres años, según asegura el Dr. John Gottman, profesor de psicología de la Universidad de Washington, en los Estados Unidos.

Estas son las preguntas que realizaron el Dr. Gottman y sus colaboradores: ¿Cómo se pelean? No importa la frecuencia de las peleas de una pareja, afirma Gottman. "Lo importante es cómo solucionan sus diferencias. Si las discusiones están signadas por la negatividad, el matrimonio, seguro, está destinado a tener problemas."

Las parejas destruyen buenos matrimonios al atacar la personalidad o el carácter del otro, o haciendo bromas hostiles o mal intencionadas. Todas estas actitudes hacen que la otra persona se ponga a la defensiva, y cuando ambos cónyuges están a la defensiva, el matrimonio va inexorablemente a la ruina.

¿Los cónyuges tienen más sentimientos positivos que negativos hacia el otro?

"En un matrimonio estable, los intercambios acalorados suelen compensarse a través del humor o del cariño", dice el Dr.

Gottman, autor de "Por qué fracasan o triunfan los matrimonios".

Los científicos han descubierto que las parejas que están felizmente casadas tienen al menos cinco gestos o acciones positivos por cada intercambio negativo, según este psicólogo.

"Las parejas que pasan mucho más tiempo riendo, haciendo bromas, acáriciándose tocándose y haciendo el amor, tienden a permanecer unidos, —mientras que aquellos que pasan mucho tiempo cruzando lanzas, probablemente se encaminan al divorcio."

¿Cómo es el punto de vista de ambos sobre el pasado de la pareja, "Nada puede predecir el futuro de un matrimonio mejor que la manera en que la pareja relata su pasado —dice Gottman—. Cuando el matrimonio se tambalea, marido y mujer recuerdan sus primeros tiempos en sus aspectos negativos."

Eso significa que si alguna vez tuvo un recuerdo tierno de la primera cita y ahora en cambio sólo vienen a su mente las cosas malas que sucedieron, podría ser que su matrimonio estuviera en peligro.

"Poner un enfoque negativo a su pasado es ud temprano signo de advertencia de que la relaciór inevitablemente fracasará", dice el Dr. Gottman.

Pero si advierte cual quiera de esos síntomas eso no quiere decir que m habrá solución para su pa reja. Significa, en cambie que usted debe pedir ayud lo más pronto posible.

"Ser conscientes de qu algunos rasgos específicc son los que llevan al divo: ció puede devolverlos al a mino positivo", dice Got man.

jueves, 17 de febrero de 2011

Consejos de Pareja - Evitar el Ronquido


El ronquido es el único mal en el que padece el enfermo pero lo sufren sus familiares. La mayoría de las personas aceptan como normal el hecho, apesarde que las estridencias del sonido muchas veces hagan imposible el reposo de su compañera o compañero.

Sin embargo, las investigaciones revelan que un alto porcentaje de las mujeres que solicitan el divorcio esgrimen como causa los ronquidos de su marido. En España alcanzan el 8 por ciento, mientras que en los Estados Unidos las cifras se elevan al 21 por ciento.

Existen cuatro factores que conducen al ronquido: la excesiva longitud del paladar y de la campanilla, la flaccidez de los músculos de la faringe, las amígdalas que obstruyen las vías aéreas y el aumento de la presión desde el interior del organismo.

Estos factores pueden agravarse por el consumo de alcohol, que por sus propiedades produce una relajación de los músculos, o por la obesidad, que hace que la lengüeta del velo del paladar se cargue de grasa y aumente su tamaño. También los sedantes y el cansancio en exceso producen un aumento en la intensidad de los ronquidos.

Siguiendo algunos consejos usted puede terminar con este mal y evitar el sufrimiento de quienes lo rodean. Estos son:

• Evitar el consumo de bebidas alcohólicas tres horas antes de acostarse.

• Si es posible, no tomar tranquilizantes, pildoras para dormir ni antihistamínicos dos horas antes de dirigirse a la cama.

• El estilo de vida atlético contribuye al desarrollo del tono muscular y ayuda a no ganar peso, por lo cual es una de las maneras más eficaces para dejar de roncar.

• En caso de dormir acompañado, poco antes de ir a la cama, tomar una taza de café no demasiado fuerte. Así le permitirá a su pareja dormirse antes que comience a roncar.

• Lo ideal es no dormir nunca de espaldas, siempre de costado.

• La cabecera de la cama debe estar inclinada hacia arriba.

• Las almohadas no deben ser muy gruesas ni duras, así no se obstruye la garganta.

• En el caso de no poder respirar, tener dolor de cabeza al levantarse o exceso de sueño durante el día debe consultar con un médico para tratar y prevenir posibles trastornos en el futuro.

jueves, 10 de febrero de 2011

Consejos para la Pareja - test de amor


Son las tres etapas que atraviesa la mayor parte de las parejas, tres estados que, en lugar de anularse el uno al otro, suman y hacen crecer a cada uno como persona al tiempo que afianzan la relación.

¿Cuál es la que usted está atravesando?

El enamoramiento: no por nada es la primera de las fases. Se da justamente cuando la relación recién comienza. En ella se idealiza a la otra persona, se valora ilimitadamente y, algunas veces, de manera fantasiosa. Los elementos negativos de la personalidad pasan totalmente inadvertidos.

El conocimiento: se deja de lado la idealización para comenzar a descubrir la realidad. Seguramente, si se
trata de un amor verdadero, se confirmarán las expectativas de la primera etapa, aunque de una manera más real y humana.

El amor pleno: en esta fase se combina la amistad, el cariño, el amor. Aunque tal vez el tiempo haya dejado al descubierto algunas incompatibilidades, estas no harán mermar el cariño y el amor que siente el uno por el otro.
Eso sí, ni siquiera en estafase se debe descuidar la seducción que siempre debe estar presente en una relación de pareja.

domingo, 30 de enero de 2011

Pequeños secretos en la Pareja


Se le puede decir a una persona que uno está interesado en ella sin decir una palabra, mandando señales de amor, asegura una experta.

"Si se hacen ciertos gestos o se actúa de cierta manera con el sexo opuesto, esto ayudará a atraerlo", dice la doctora Elayne Kahn, psicóloga y coautora de "Códigos de amor".

Algunas señales de amor son buenas sólo para las mujeres, otras sólo para hombres y algunas son eficaces llamados de atención para ambos sexos. Para las chicas:

• Echar una mirada entre tímida y traviesa: "La princesa Di ha perfeccionado esta técnica —señala la doctora Kahn—. Cuando un hombre te mira, míralo rápidamente, si es posible, un poco de costado. Luego baja la mirada, como si la excitación fuera demasiada. Los hombres encuentran esto irresistible".

• Jugar con un accesorio: acariciar muy lentamente un collar o un aro que se esté usando. Pero no hacerlo muy a menudo, porque puede parecer nerviosa en lugar de sexy.

• Acariciar el borde del vaso: dulcemente bordear el vaso con el dedo medio como acariciándolo. Hacer esto mientras mira al hombre, pero sólo una o dos veces, para que no parezca un tic nervioso.

• Hacer correr la lengua sobre el labio superior: hacer esto una o dos veces mientras el hombre habla. Es muy sexy.

Para los hombres:

• Sostener las tazas por el cuenco antes que por el asa: es más viril y sexy.

• Echarse el saco sobre el hombro: es una manera de decir "Estoy a cargo de la situación y te puedes acercar a mí". Para hombres y mujeres por igual:

• Cuando alguien nos habla, sonreír y mirar a la persona a los ojos, con los propios bien abiertos. "Jackie Onassis es buena en esto", dice la doctora Kahn.

• Tocar a la otra persona: el toque personal excita a cualquiera. Cuando preguntas la hora, toca ligeramente su mano.

Cuando la persona en cuestión hace un comentario particularmente ingenioso, tócalo ligeramente con un dedo. Pero no todo el tiempo, ni con toda la mano.

jueves, 27 de enero de 2011

Ejercicios de Convivencia en la Pareja


La relación con los demás y con el ambiente que nos rodea también es vital a la hora de potenciar toda nuestra energía. Aquí, algunas recomendaciones para aprovecharla.

1) Trate de EN la relación con sus familiares se contrarrestar deben contrarrestarlos enojos. sus enojos. Las situaciones tensionantes en el trabajo o la vida de relación pueden afectar. La actividad física (tanto a través de ejercicios, deportes o una simple caminata), como la creatividad y alguna tarea vinculada con la tierra (sembrar, regar plantas) representan una pausa necesaria.

2) Desintoxíquese. El smog y las aglomeraciones de gente que caracterizan a cualquier gran ciudad alteran la paz interior. Realice ejercicios de respiración durante la mañana, en algún momento del mediodía y antes de acostarse.

3) Admita que su contexto diario (laboral, familiar) no es perfecto. La búsqueda de paz y armonía absolutas jamás regresarán si no asume esta realidad.

4) Esté siempre dispuesto a realizar actos positivos, sobre todo con aquellos que lo rodean. Bueno es lo que hace bien y malo lo que le quita la paz interna y, en consecuencia, provoca desarmonía.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Parejas


Una pareja feliz
Estar de acuerdo con las cosas importantes, aunque se realicen actividades distintas, es la clave de los matrimonios felices, según la poco sorprendente conclusión de un estudio internacional que realiza una clínica sueca de Lund.

Un centenar de parejas participa en un estudio en el que se les pide que enumeren los motivos para mantenerse unidos en medio de las tensiones los divorcios y las desavenencias que parecen normales en la vida moderna. Los investigadores encontraron hasta ahora un dato común para la felicidad conyugal; el consenso en las actividades de tiempo libre, el sexo y los fundamentos de la existencia.