Estar más linda, sentirse más joven o buscar un cambio son algunas de las razones que nos llevan a las mujeres a teñirnos el pelo. Es que, aunque a veces parezca un procedimiento muy complicado, teñirse en casa es bastante más simple de lo que uno supone.
Lo importante es que el color elegido sea el que mejor nos quede según nuestro tono original de base.
Si bien el agua, el aire y el Sol aclaran ligeramente el cabello y le dan reflejos cálidos, la cosmética moderna ha creado colorantes artificiales que a veces imitan el color natural del cabello y otras aportan tonalidades de distintos matices y reflejos.
Para esto se emplean los 3 colores primarios (rojo, amarillo y azul) en distintas proporciones y combinaciones.
Por lo tanto, además de los tonos básicos (que son 10 y van del negro al rubio clarísimo), de esas combinaciones surge la escala de reflejos (que cuenta con 7 tonalidades distintas). Así, dado que el amarillo da sensación de luz y calidez, toda tonalidad que tenga reflejos dorados aportará efectos cálidos.
Algo similar ocurrirá con aquellos tonos que contengan rojo. Los que posean azul, en cambio, darán sensación de frialdad. Esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de elegir el tono adecuado para hacer la tintura en casa, ya que a través de él podemos dar sensaciones de mayor o menor claridad al rostro.
Por ejemplo, si se eligen tonos cenizas o malvas (derivados del azul) se producirá un efecto óptico de oscurecimiento de 1/2 tono, efecto que se intensificará si esos tonos están profundizados (cenizas irisados o malvas profundos). Por el contrario, al elegirse dorados y cobrizos, el pelo se verá aclarado 1/2 tono sobre el color seleccionado y, si se trata de tonos profundizados (caobas y rojizos) el efecto de iluminación será aun mayor.
Este año, por ejemplo, los cobrizos, tonos vitales y luminosos, serán las estrellas de la temporada.
Lo importante es que el color elegido sea el que mejor nos quede según nuestro tono original de base.
Si bien el agua, el aire y el Sol aclaran ligeramente el cabello y le dan reflejos cálidos, la cosmética moderna ha creado colorantes artificiales que a veces imitan el color natural del cabello y otras aportan tonalidades de distintos matices y reflejos.
Para esto se emplean los 3 colores primarios (rojo, amarillo y azul) en distintas proporciones y combinaciones.
Por lo tanto, además de los tonos básicos (que son 10 y van del negro al rubio clarísimo), de esas combinaciones surge la escala de reflejos (que cuenta con 7 tonalidades distintas). Así, dado que el amarillo da sensación de luz y calidez, toda tonalidad que tenga reflejos dorados aportará efectos cálidos.
Algo similar ocurrirá con aquellos tonos que contengan rojo. Los que posean azul, en cambio, darán sensación de frialdad. Esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de elegir el tono adecuado para hacer la tintura en casa, ya que a través de él podemos dar sensaciones de mayor o menor claridad al rostro.
Por ejemplo, si se eligen tonos cenizas o malvas (derivados del azul) se producirá un efecto óptico de oscurecimiento de 1/2 tono, efecto que se intensificará si esos tonos están profundizados (cenizas irisados o malvas profundos). Por el contrario, al elegirse dorados y cobrizos, el pelo se verá aclarado 1/2 tono sobre el color seleccionado y, si se trata de tonos profundizados (caobas y rojizos) el efecto de iluminación será aun mayor.
Este año, por ejemplo, los cobrizos, tonos vitales y luminosos, serán las estrellas de la temporada.
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