Así como la naturaleza se brinda para que la mujer luzca más saludable y bella, la condición indispensable para la continuidad de resultados válidos es que podamos vivir y crecer en armonía con el medio. Esto significa no agredirlo ni agredirnos.
La naturaleza tiene las respuestas: las plantas, las flores y los frutos han sido utilizados desde épocas remotas. Para la elaboración de los productos de belleza se emplean jugos, extractos y esencias de distintos vegetales. Estos fitocos-méticos ejercen sobre la piel una acción general equilibrante y estimulante; mejoran el funcionamiento de las células, la circulación sanguínea, la tez y la textura cutánea.
La arcilla, también, es un elemento vivo, energizado por el sol, el aire y la lluvia. Si bien se la utiliza tamizada, debe conservar su estado natural y mantenerse exenta de manipuleos o agregados de sustancias químicas.
En casos de revitalización cutánea o problemas óseos se la emplea tibia o caliente. Para refrescar la piel, depurarla y descongestionarla se la utiliza fría. Resulta excelente como cicatrizante, cerradora de poros y rejuvenecedora para todo tipo de pieles.
Otro consejo de gran valor: beber abundante agua fría no solamente es revitalizante, sino que puede, según el criterio de los médicos y quiroprácticos, devolver el tono a una musculatura débil ocasionada por cierto tipo de deshidratación.
La naturaleza tiene las respuestas: las plantas, las flores y los frutos han sido utilizados desde épocas remotas. Para la elaboración de los productos de belleza se emplean jugos, extractos y esencias de distintos vegetales. Estos fitocos-méticos ejercen sobre la piel una acción general equilibrante y estimulante; mejoran el funcionamiento de las células, la circulación sanguínea, la tez y la textura cutánea.
La arcilla, también, es un elemento vivo, energizado por el sol, el aire y la lluvia. Si bien se la utiliza tamizada, debe conservar su estado natural y mantenerse exenta de manipuleos o agregados de sustancias químicas.
En casos de revitalización cutánea o problemas óseos se la emplea tibia o caliente. Para refrescar la piel, depurarla y descongestionarla se la utiliza fría. Resulta excelente como cicatrizante, cerradora de poros y rejuvenecedora para todo tipo de pieles.
Otro consejo de gran valor: beber abundante agua fría no solamente es revitalizante, sino que puede, según el criterio de los médicos y quiroprácticos, devolver el tono a una musculatura débil ocasionada por cierto tipo de deshidratación.