Los temores de hombres y mujeres son totalmente diferentes, según un estudio llevado a cabo por una universidad estadounidense. Los más grandes temores de los hombre son:
1. El temor de ser físicamente inadecuados. A los hombres no les gusta parecer débiles o poco masculinos. Ser fuerte y competir en deportes con éxito es muy importante para los hombres.
2. El temor de mostrar sus emociones. "A los hombres les resulta fácil expresar enojo, pero otras emociones como el afecto y el amor los atemorizan".
3. El temor a las mujeres poderosas. Los hombres se sienten amenazados ante jefas mujeres. Tampoco les gusta que sus esposas ganen más que ellos. Necesitan tener el control tanto en el trabajo como en el hogar.
4. El temor de ser intelectualmente inferior. A los hombres les gusta demostrar que saben, aunque no sea así, mujeres. Por eso a los hombres les cuesta preguntar el camino si se han perdido. También les preocupa sentirse menos inteligentes o ambiciosos que sus compañeros.
5. El temor de fracasar. A los hombres les aterroriza la posibilidad de ser despedidos o que les digan que son incompetentes en sus actividades laborales. También temen la impotencia sexual.
1. El temor de ser físicamente inadecuados. A los hombres no les gusta parecer débiles o poco masculinos. Ser fuerte y competir en deportes con éxito es muy importante para los hombres.
2. El temor de mostrar sus emociones. "A los hombres les resulta fácil expresar enojo, pero otras emociones como el afecto y el amor los atemorizan".
3. El temor a las mujeres poderosas. Los hombres se sienten amenazados ante jefas mujeres. Tampoco les gusta que sus esposas ganen más que ellos. Necesitan tener el control tanto en el trabajo como en el hogar.
4. El temor de ser intelectualmente inferior. A los hombres les gusta demostrar que saben, aunque no sea así, mujeres. Por eso a los hombres les cuesta preguntar el camino si se han perdido. También les preocupa sentirse menos inteligentes o ambiciosos que sus compañeros.
5. El temor de fracasar. A los hombres les aterroriza la posibilidad de ser despedidos o que les digan que son incompetentes en sus actividades laborales. También temen la impotencia sexual.
