Masajes para mujeres

Antiguamente, el hombre sabía sobrevivir a los ritmos del universo y la naturaleza, aprovechando el propio. De ahí, surgió el "Ki", elemento fundamental, según el concepto de la medicina oriental donde la energía consta de dos elementos opuestos y complementarios: la energía de la tierra, el Yin y el yang, la del cielo, negativo y positivo respectivamente. El desequilibrio de uno y otro acarrea enfermedades.

De esto precisamente se ocupan las diferentes técnicas del masaje: equilibar esta energía vital y hacerla circular mejor en eí cuerpo. De este modo se sabe que existen 354 puntos cutáneos que corresponden al número de días de un año y están los doce meridiano principales que se refieren a los doce meses. La relación de estos y los diferentes tipos de masajes sirven para que el ser humano reconozca mejor su cuerpo y no recurra a medicamentos para curar ciertas dolencias.

Uno de los métodos de digito-presión japonés es el "shiatsu", que se originó como la síntesis del masaje tradicional y de los principios del yudo. Su nombre significa "presión de los dedos" aunque se realiza con otras partes de la mano, los codos y las rodillas.

Su nombre es genérico para designar a otras técnicas, pero todas coinciden en una energía vital Ki, donde la salud prevalece un estado de equilibrio mientras el Ki fluye uniformemente por los meridianos del mismo modo que el combustible de un oleoducto, abasteciendo y manteniendo todas las partes del cuerpo.

Sin embargo, si el cuerpo se debilita por llevar una vida desordenada a causa del estrés emocional o de un accidente, el Ki deja de circular con fluidez y se produce el estado de enfermedad. En este caso, el "shiatsu" es el remedio casero ideal para este tipo de personas.

Para aplicarlo debemos saber interpretar "el lenguaje de la energía", el saber determinar el "kyo" y el "jitsu" será básico para nosotros. Las zonas"kyo" son las que aparecen más hundidas; bastará presionarlas para que la persona se sienta mejor. En tanto, las zonas jitsu suelen ser las más duras y tensas, lo que las hace más fáciles de encontrar. Pueden doler al presionar sobre ellas, incluso sin haberlas tocado. Su dolor es agudo mientras que el del kyo suele ser más apagado.

El tratamiento del shiatsu es mucho más agradable y eficaz cuando nos encontramos en las zonas kyo, su técnica conocida de tonificación, utiliza presiones lentas y graduales para repartir la energía en las zonas donde falta.

Una de las zonas donde se halla la energía vital del cuerpo es el "hará", ubicada en el abdomen, más exactamente a ocho centímetros debajo del ombligo. Practicado el shiatsu en esta región, realizamos una de las artes de curación más antiguas, denominada "ampuku", desde esta región se puede tratar y curar hasta enfermedades graves.

Lo principal para esto es que el hará se encuentre blando y relajado en la zona superior y duro y firme debajo de él, cosa que no sucede en general con la mayoría de los occidentales debido a la vida sedentaria y a la mala y excesiva alimentación.

La técnica del shiatsu se empieza con el receptor tumbado boca abajo con los brazos a los dos lados. Se efectúa en sentido descendente, comenzando por la espalda, las caderas hasta la parte posterior de los pies para nuevamente regresar a la cabeza y aplicar el shiatsu sobre la parte posterior de los hombros, hasta finalmente terminar en la parte delantera de las piernas. Por último técnicas como el "hata yoga" y el "tai chi" también ayudan a aumentar la energía ki.

Ambos constituyen una verdadera forma de "auto shiatsu", es decir son tan útiles como presionar los propios meridanos.