Las legumbres se caracterizan por su capacidad nutritiva y también por poseer diversas sustancias que favorecen la prevención de enfermedades. Una de esta sustancias es la lecitina, cuya principal propiedad es esencial para combatir el colesterol y, por consiguiente, eliminar todas las graves consecuencias que éste puede llegar a generar.
Ubicada en los millones de células del cuerpo humano, pero especialmente entre los porotos de soja desgrasados y otras legumbres, la lecitina constituye un poderoso agente para disolver las grasas provocadas por el colesterol. Si bien i es cierto que éste en sí mismo no es malo, su ex- ( ceso lo es, al punto de ocasionar desde enfermedades cardiovasculares hasta arteriosclerosis.
Claro que todas estas enfermedades pueden combatirse si se cuenta a las legumbres y otros alimentos ricos en lecitina en la dieta alimenticia diaria. ¿Dónde ubicar la lecitina para disminuir el colesterol? Como dijimos, en los granos de soja, pero también en las semillas oleo-ginosas (aceite de girasol), en el trigo y en la leche.
Si las legumbres previenen problemas cardíacos en general, también son de gran ayuda para la gente madura, tanto para combatir la arteriesclerosis como para incrementar la actividad cerebral. Se sabe que el cerebro posee gran parte de lecitina, al igual que los músculos, de ahí que el consumo de las legumbres resulte vital para todo el organismo en general.
Asimismo, es fundamental para reparar los daños en el hígado producto del alcohol. Tomada con las comidas, principalmente durante la noche, ayuda a la absorción de vitaminas y posibilita que el colesterol y otros lípidos sean arrastrados fuera del cuerpo, lo que constituye a la lecitina en un inteligente agregado para cualquier dieta. Presente en forma natural en los alimentos no procesados, es aconsejable su consumo diario en una cantidad razonable, estimando una medida entre 400 y 900 miligramos, la que equivaldría aproximadamente a dos cucharadas al ras de granulos de lecitina.
Sin efectos secundarios, la lecitina se puede agregar a los elementos cocidos u horneados. Tampoco necesita refrigeración y permanece fresca durante un año.
Además de darle batalla al colesterol y eliminar las grasas, las legumbres tienen la capacidad de actuar en el sistema nervioso reduciendo las tensiones y los impulsos agresivos. Casi todos los investigadores coinciden en que, cuando se ingiere lecitina, se produce una reacción metabólica que eleva el nivel de la sustancia en la corriente sanguínea del organismo, potenciando la salud mental.
Es decir que también tiene efectos benéficos en la irrigación cerebral, ayudando a mantener la mente activa y retrasando, de alguna manera, el proceso de envejecimiento mental o intelectual.
Ubicada en los millones de células del cuerpo humano, pero especialmente entre los porotos de soja desgrasados y otras legumbres, la lecitina constituye un poderoso agente para disolver las grasas provocadas por el colesterol. Si bien i es cierto que éste en sí mismo no es malo, su ex- ( ceso lo es, al punto de ocasionar desde enfermedades cardiovasculares hasta arteriosclerosis.
Claro que todas estas enfermedades pueden combatirse si se cuenta a las legumbres y otros alimentos ricos en lecitina en la dieta alimenticia diaria. ¿Dónde ubicar la lecitina para disminuir el colesterol? Como dijimos, en los granos de soja, pero también en las semillas oleo-ginosas (aceite de girasol), en el trigo y en la leche.
La mayoría de estos alimentos están tratados con un proceso químico de conservación, lo que podría causar pérdida de lecitina. Por lo tanto el uso desgrasado de las legumbres y, sobre todo, granulados blandos, solubles en agua, constituyen el mejor método para recuperar dicha sustancia y sus propiedades.
Si las legumbres previenen problemas cardíacos en general, también son de gran ayuda para la gente madura, tanto para combatir la arteriesclerosis como para incrementar la actividad cerebral. Se sabe que el cerebro posee gran parte de lecitina, al igual que los músculos, de ahí que el consumo de las legumbres resulte vital para todo el organismo en general.
Asimismo, es fundamental para reparar los daños en el hígado producto del alcohol. Tomada con las comidas, principalmente durante la noche, ayuda a la absorción de vitaminas y posibilita que el colesterol y otros lípidos sean arrastrados fuera del cuerpo, lo que constituye a la lecitina en un inteligente agregado para cualquier dieta. Presente en forma natural en los alimentos no procesados, es aconsejable su consumo diario en una cantidad razonable, estimando una medida entre 400 y 900 miligramos, la que equivaldría aproximadamente a dos cucharadas al ras de granulos de lecitina.
Sin efectos secundarios, la lecitina se puede agregar a los elementos cocidos u horneados. Tampoco necesita refrigeración y permanece fresca durante un año.
Además de darle batalla al colesterol y eliminar las grasas, las legumbres tienen la capacidad de actuar en el sistema nervioso reduciendo las tensiones y los impulsos agresivos. Casi todos los investigadores coinciden en que, cuando se ingiere lecitina, se produce una reacción metabólica que eleva el nivel de la sustancia en la corriente sanguínea del organismo, potenciando la salud mental.
Es decir que también tiene efectos benéficos en la irrigación cerebral, ayudando a mantener la mente activa y retrasando, de alguna manera, el proceso de envejecimiento mental o intelectual.