Si bien está demostrado que las endorfinas tienen una composición molecular similar a la de-muchos de los derivados del opio, es importante tener en cuenta que su producción en el organismo está estrechamente relacionada con los hábitos alimentarios.
Contra lo que puede suponerse, no hay en realidad un tipo de alimentos en particular que pueda estimular la producción de endorfinas. Más aún, si así fuera, sería peligroso abusar de su ingesta dado que podría ocasionar algún tipo de acostumbramiento como ocurre con los derivados sintéticos.
Pero sí está establecido que las dietas ricas en potasio y magnesio estimulan la actividad cerebral. Y como las endorfinas son sustancias que segrega el mismo cerebro, es importante entonces tener en cuenta que una dieta equilibrada que mantenga los niveles normales de esos elementos en el organismo facilitará su producción.
Y como justamente el tema de las endorfinas fue el que permitió que la medicina occidental tuviera más en cuenta los recursos de la oriental, lo más recomendable sería seguir una dieta equilibrada en elementos yin y yan.
Contra lo que puede suponerse, no hay en realidad un tipo de alimentos en particular que pueda estimular la producción de endorfinas. Más aún, si así fuera, sería peligroso abusar de su ingesta dado que podría ocasionar algún tipo de acostumbramiento como ocurre con los derivados sintéticos.
Pero sí está establecido que las dietas ricas en potasio y magnesio estimulan la actividad cerebral. Y como las endorfinas son sustancias que segrega el mismo cerebro, es importante entonces tener en cuenta que una dieta equilibrada que mantenga los niveles normales de esos elementos en el organismo facilitará su producción.
Y como justamente el tema de las endorfinas fue el que permitió que la medicina occidental tuviera más en cuenta los recursos de la oriental, lo más recomendable sería seguir una dieta equilibrada en elementos yin y yan.
