Efectos especiales
Agrandar la mirada. Un buen recurso son los delineadores blancos o beiges, que dan un aspecto fresco y descansado. Hay que distribuirlos en forma pareja en la línea interna del párpado inferior, que se extiende junto a las pestañas de abajo.
Achicar la mirada. Hay que descartar los tonos muy luminosos. Conviene utilizar delineadores negros o marrones y distribuirlos en la misma zona que en el caso anterior.
Levantar el ojo. El párpado caído, que da un aspecto de cansancio o tristeza, o las pestañas vencidas y poco tupidas son trastornos muy típicos después de los 40 años. Para contrarrestarlos nada mejor que las pestañas postizas, pero no las enteras, sino aquellas que se aplican de a dos o tres pelitos y se entremezclan con las naturales.
Utilizar a diario un arqueador, después de la aplicación de la máscara de pestañas, es otro recurso que no falla.
Dado que los ojos, junto con la boca, son la zona que más se destaca del rostro,
es esencial que estén bien maquillados. Es cierto que para ellos se necesita
de una técnica más compleja que para el resto de la cara, pero, siguiendo ciertas pautas básicas, el resultado será perfecto.
Como regla general hay que tener en cuenta que se deben usar 4 colores diferentes: un corrector del mismo tono que la piel, una sombra de un color a gusto de cada una, una sombra en la misma gama que la primera, pero más oscura para destacar el arco de profundidad y un iluminador para realzar la parte alta del párpado. En cuanto a la forma de maquillar los ojos, sólo será necesario respetar los siguientes pasos:
Aplicar el corrector en todo el párpado superior, desde las pestañas hasta las cejas. Muy poca cantidad y bien esfumada para que se funda y empareje el tono de la piel. No debe quedar empastado y, automáticamente, el ojo debe verse más vital, fresco y descansado. El corrector amarillo es ideal.
Con ayuda de un pincel mediano aplicar el color principal en el párpado superior, desde las pestañas hasta llegar a la línea de profundidad. Tener cuidado que el color no se acumule en el lagrimal y esparcirlo siempre del ángulo externo hacia adentro.
Marcar la línea de profundidad desde el ángulo externo hacia el interno (hacia el lagrimal) usando un pincel de punta fina y la sombra más oscura. Cuando se desea lograr un efecto más suave esfumar la línea de profundidad con un hisopo o el pincel tupido. Para que dure más humedecer la sombra como si fuera una acuarela y aplicar.
Con el pincel de punta fina, trazar una línea bajo las pestañas inferiores con el color más oscuro de sombra, desde el ángulo externo hasta la mitad del ojo. No completar el delineado para que la mirada no quede muy dura.
Este recurso da un resultado muy natural. Si se lo quiere acentuar, por ejemplo para un look de noche, hay que remarcar la misma zona con delineador negro o marrón y esfumar bien con pincel. Una vez terminados de maquillar los ojos habrá que aplicar la máscara de pestañas. En este caso, conviene hacerlo primero sobre las inferiores teniendo cuidado de no colocar demasiada cantidad de máscara para evitar que se manche la cara.
En las pestañas inferiores el cepillo aplicador se utiliza en forma vertical y se trabaja de adentro hacia fuera y, en las superiores, el aplicador se pasa dos veces, una en forma horizontal y por arriba, desde las raíces hasta el borde de las pestañas, y luego por debajo, hacia afuera y en forma diagonal. Una vez secas, pasar un peine separador para evitar que las pestañas se peguen entre sí o para retirar algún poquito de máscara que pueda haber quedado adherido o apelotonado.
Agrandar la mirada. Un buen recurso son los delineadores blancos o beiges, que dan un aspecto fresco y descansado. Hay que distribuirlos en forma pareja en la línea interna del párpado inferior, que se extiende junto a las pestañas de abajo.
Achicar la mirada. Hay que descartar los tonos muy luminosos. Conviene utilizar delineadores negros o marrones y distribuirlos en la misma zona que en el caso anterior.
Levantar el ojo. El párpado caído, que da un aspecto de cansancio o tristeza, o las pestañas vencidas y poco tupidas son trastornos muy típicos después de los 40 años. Para contrarrestarlos nada mejor que las pestañas postizas, pero no las enteras, sino aquellas que se aplican de a dos o tres pelitos y se entremezclan con las naturales.
Utilizar a diario un arqueador, después de la aplicación de la máscara de pestañas, es otro recurso que no falla.
Dado que los ojos, junto con la boca, son la zona que más se destaca del rostro,
es esencial que estén bien maquillados. Es cierto que para ellos se necesita
de una técnica más compleja que para el resto de la cara, pero, siguiendo ciertas pautas básicas, el resultado será perfecto.
Como regla general hay que tener en cuenta que se deben usar 4 colores diferentes: un corrector del mismo tono que la piel, una sombra de un color a gusto de cada una, una sombra en la misma gama que la primera, pero más oscura para destacar el arco de profundidad y un iluminador para realzar la parte alta del párpado. En cuanto a la forma de maquillar los ojos, sólo será necesario respetar los siguientes pasos:
Aplicar el corrector en todo el párpado superior, desde las pestañas hasta las cejas. Muy poca cantidad y bien esfumada para que se funda y empareje el tono de la piel. No debe quedar empastado y, automáticamente, el ojo debe verse más vital, fresco y descansado. El corrector amarillo es ideal.
Con ayuda de un pincel mediano aplicar el color principal en el párpado superior, desde las pestañas hasta llegar a la línea de profundidad. Tener cuidado que el color no se acumule en el lagrimal y esparcirlo siempre del ángulo externo hacia adentro.
Marcar la línea de profundidad desde el ángulo externo hacia el interno (hacia el lagrimal) usando un pincel de punta fina y la sombra más oscura. Cuando se desea lograr un efecto más suave esfumar la línea de profundidad con un hisopo o el pincel tupido. Para que dure más humedecer la sombra como si fuera una acuarela y aplicar.
Con el pincel de punta fina, trazar una línea bajo las pestañas inferiores con el color más oscuro de sombra, desde el ángulo externo hasta la mitad del ojo. No completar el delineado para que la mirada no quede muy dura.
Este recurso da un resultado muy natural. Si se lo quiere acentuar, por ejemplo para un look de noche, hay que remarcar la misma zona con delineador negro o marrón y esfumar bien con pincel. Una vez terminados de maquillar los ojos habrá que aplicar la máscara de pestañas. En este caso, conviene hacerlo primero sobre las inferiores teniendo cuidado de no colocar demasiada cantidad de máscara para evitar que se manche la cara.
En las pestañas inferiores el cepillo aplicador se utiliza en forma vertical y se trabaja de adentro hacia fuera y, en las superiores, el aplicador se pasa dos veces, una en forma horizontal y por arriba, desde las raíces hasta el borde de las pestañas, y luego por debajo, hacia afuera y en forma diagonal. Una vez secas, pasar un peine separador para evitar que las pestañas se peguen entre sí o para retirar algún poquito de máscara que pueda haber quedado adherido o apelotonado.