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domingo, 23 de octubre de 2011

Amantes


Los amantes célebres son famosos en la medida en que chocan con las prohibiciones, pero principalmente en la medida en que la oposición les permite analizar y declamar el amor. Como es lógico, pues, la dialéctica amorosa se desarrolla al margen del matrimonio.

Esto no quiere decir que no existan historias de matrimonios enamorados, pero predominan las historias de matrimonios ejemplares, y en ellas lo que se nos muestra como .admirable es la fidelidad, o la paciencia, virtudes ajenas a la pasión amorosa.

El análisis de la pasión amorosa adquiere su máximo esplendor en los albores del Renacimiento, y los poetas del dolce stil nuovo recogen la tradición del amor cortés.

El amor cortés es el antecedente lejano del flirt. En las prósperas y lujosas cortes de Provenza, la declaración amorosa, pública y poética, era un lujo más que el señor de la casa pagaba y la señora recibía en homenaje. Un trovador fielmente enamorado de la dama era lo que en lenguaje moderno llamaríamos un signo exterior de riqueza.

El canon amoroso del amor cortés exigía la frialdad altiva de la señora y la sumisión desesperada y constante del poeta enamorado. El convenio no podía romperse, ya que entonces la dialéctica amorosa desaparecía.

El apasionado poeta debía poner todo su ingenio para expresar su amor y al mismo tiempo exaltar el frío desdén de la que lo recibía, y, con su comportamiento, la señora tenía que merecer el poético homenaje y expresar con su silencio y sus miradas que apreciaba el arte amoroso sin corres-ponderlo.

sábado, 30 de julio de 2011

Adulterio y Abandono


EL ADULTERIO Y EL ABANDONO

Por lo que atañe a los conflictos sexuales, que tan a menudo están planteados y desarrollados abierta o encubiertamente en obras artísticas o literarias, veamos un ejemplo sencillo: el del adulterio y el abandono. Ante una representación altamente dramática de un conflicto semejante, muchos espectadores experimentarán una emoción creciente que puede llegar a una descarga catártica (como, por ejemplo, el llanto).

Esta emoción puede deberse tanto al temor inconsciente de sufrir agravios similares cuanto al contradictorio deseo, también inconsciente, de provocarlos.

En cualquier caso, la identificación con alguno de los personajes del drama, o con la situación en su conjunto, permite la liberación momentánea de una angustia profundamente personal, cuyas causas pueden ser insolubles o de muy difícil solución. En tal caso, el sujeto necesitará periódicamente sucesivas catarsis que le permitan mantener el equilibrio de su personalidad, según sus propias exigencias morales y las de la sociedad en que vive.

Agregaremos, por último, que todos podemos, mediante una profunda y objetiva introspección, o bien con la ayuda de una persona experta, reconocer y tomar conciencia de nuestros propios procesos de identificación y catarsis, pero esto no significa en lo más mínimo que podamos provocarlos conscientemente; la génesis y el desarrollo de estos fenómenos pertenecen a los estratos subconscientes de la personalidad humana.

Su conocimiento sirve tan sólo (y no es poca cosa) para una comprensión más vasta y profunda de cuanto ocurre en nosotros mismos y en los demás.