A medida que se acerca el verano las dudas en torno de los riesgos de exponerse al sol van aumentando. El deseo de mantenerse bronceado se mezcla con el temor a que la piel sufra quemaduras o ciertos riesgos por no tomar las precauciones a tiempo. De ahí que el uso adecuado de bronceadores o cremas protectoras, en general, aparecen como una sana alternativa para que los amantes del sol no se priven de ese placer.
Por tal razón, la doctora Ana María Nader, farmacéutica y especialista en dermatología, acepta que belleza y salud pueden ir de la mano, siempre y cuando se tengan presentes las siguientes preguntas:
—¿Cómo prevenir los riesgos?
—Para empezar se debe considerar que el cuidado del cuerpo no responde a un período determinado y que la piel debe estar hidratada, incluso en invierno. Los mayores inconvenientes surgen, sin embargo, en verano, porque casi todos, sino todos eligen salir corriendo a tomar sol sin medir ni plazos ni riesgos. Tostarse paulatinamente es la clave.
—¿Qué tipo de bronceador conviene?
—En general los niveles de protección son variados y ofrecen distintos resultados, según la piel de las personas que puede favorecer a algunos, pero dañar a otros. En este caso, lo mejor es asesorarse con un médico antes de comprar el bronceador o protector. Luego se debe considerar que al estar en la playa la persona transpira o se mete al mar. En este caso es conveniente reaplicárselo, por lo menos cada dos horas y al salir del agua. No se trata de ponérselo una vez y olvidarse.
—¿Cuánto tiempo se puede estar al sol?
—Ni el sol, ni las camas solares son en sí peligrosas, pero el abuso o el descontrol trae graves
consecuencias.
Siempre es preferible evitar tomar sol entre las once y las tres y media de la tarde, porque sus consecuencias van de quemaduras leves hasta el cáncer de piel. Por supuesto existen variaciones, que van desde la calidad de la piel hasta la edad de la persona agregándose el caso de aquellas que se encuentran tomando algún medicamento.
—¿Qué ocurre con quienes suelen tomar sol en las terrazas?
—Siempre es preferible evitarlo porque resulta pésimo para la piel, ya que ocasiona un terrible efecto deshidratante. No obstante ello, los especialistas sugieren —dado que es un hecho—, que por lo menos sigan algunas pautas míni-m a s como usar un buen protector solar, colocarse pantalla en el rostro y bronceador en el cuerpo, tomar agua permanentemente y mojarse siempre que pueda.
—¿Cómo completar la prevención?
—Aunque son pocos los que tienen en cuenta los riesgos del sol, tras broncearse, siempre es preferible aplicar una crema o gel post solar e incluso alguna crema nutritiva. Claro que también se agrega a esto el tema de las comidas. Una buena alimentación a base de frutas, verduras, crudas y pescado, así como también las vitaminas E, A y C,siempre tiende a favorecer la piel.
Por tal razón, la doctora Ana María Nader, farmacéutica y especialista en dermatología, acepta que belleza y salud pueden ir de la mano, siempre y cuando se tengan presentes las siguientes preguntas:
—¿Cómo prevenir los riesgos?
—Para empezar se debe considerar que el cuidado del cuerpo no responde a un período determinado y que la piel debe estar hidratada, incluso en invierno. Los mayores inconvenientes surgen, sin embargo, en verano, porque casi todos, sino todos eligen salir corriendo a tomar sol sin medir ni plazos ni riesgos. Tostarse paulatinamente es la clave.
—¿Qué tipo de bronceador conviene?
—En general los niveles de protección son variados y ofrecen distintos resultados, según la piel de las personas que puede favorecer a algunos, pero dañar a otros. En este caso, lo mejor es asesorarse con un médico antes de comprar el bronceador o protector. Luego se debe considerar que al estar en la playa la persona transpira o se mete al mar. En este caso es conveniente reaplicárselo, por lo menos cada dos horas y al salir del agua. No se trata de ponérselo una vez y olvidarse.
—¿Cuánto tiempo se puede estar al sol?
—Ni el sol, ni las camas solares son en sí peligrosas, pero el abuso o el descontrol trae graves
consecuencias.
Siempre es preferible evitar tomar sol entre las once y las tres y media de la tarde, porque sus consecuencias van de quemaduras leves hasta el cáncer de piel. Por supuesto existen variaciones, que van desde la calidad de la piel hasta la edad de la persona agregándose el caso de aquellas que se encuentran tomando algún medicamento.
—¿Qué ocurre con quienes suelen tomar sol en las terrazas?
—Siempre es preferible evitarlo porque resulta pésimo para la piel, ya que ocasiona un terrible efecto deshidratante. No obstante ello, los especialistas sugieren —dado que es un hecho—, que por lo menos sigan algunas pautas míni-m a s como usar un buen protector solar, colocarse pantalla en el rostro y bronceador en el cuerpo, tomar agua permanentemente y mojarse siempre que pueda.
—¿Cómo completar la prevención?
—Aunque son pocos los que tienen en cuenta los riesgos del sol, tras broncearse, siempre es preferible aplicar una crema o gel post solar e incluso alguna crema nutritiva. Claro que también se agrega a esto el tema de las comidas. Una buena alimentación a base de frutas, verduras, crudas y pescado, así como también las vitaminas E, A y C,siempre tiende a favorecer la piel.
