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jueves, 29 de septiembre de 2011

Higiene Sexual


Pero la higiene sexual del hombre comprende también todo aquello que va encaminado a la buena ejecución del acto sexual, no sólo desde el punto de vista físico, como en el caso de la fimosis o la parafimosis, sino también desde el ángulo espiritual de comprensión hacia la mujer, para lograr una relación sexualmente completa.

A este respecto el hombre ha de tener siempre presente que el período durante el cual la mujer se excita sexualmente, y que abarca el tiempo que transcurre desde el comienzo hasta el momento en que se produce el orgasmo, en la mujer es generalmente largo.

Ello indica que en el juego amoroso sexual el hombre debe dedicar gran parte de su actividad a excitar con la mayor intensidad posible a su pareja, mediante besos, caricias, etc. Este hecho es tan importante que su desconocimiento explica gran número de frigideces femeninas. El hombre se excita más rápidamente que la mujer, y si alcanza el orgasmo antes de que ella se haya excitado sexualmente la consecuencia será, como es lógico, una ausencia de orgasmo en la mujer. Por tal motivo es deber del hombre provocar y lograr la excitación sexual de su pareja.

La excitación sexual de la mujer por el hombre repercute al mismo tiempo favorablemente en el logro de la culminación orgástica, pues la introducción del miembro viril efectuada en el último momento de la excitación mutua ocasiona el orgasmo en el hombre y en la mujer al mismo tiempo, lográndose así un acto sexual humanamente bien entendido.

Se deduce de ello que la actitud del hombre en la relación sexual no ha de concebirse simplemente como una tendencia imperiosa a satisfacer una necesidad orgánica, sino que debe estar dirigida por el entendimiento y por la entrega amorosa, única forma de restituir a la relación sexual el carácter de relación humana que, por diversos motivos, es tantas veces omitido.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Higiene de la Mujer


Siempre que se hable de higiene será importante tener en cuenta que no se refiere simplemente al aseo corporal de la persona, sino que tiene como principal objetivo la conservación y mejoramiento de la salud individual y colectiva.

La higiene del hombre se refiere tanto a las actitudes que favorecen una mejor conservación física de su organismo como a los procesos que mejoran sus relaciones colectivas. En el tema concreto que nos ocupa, las medidas higiénicas tienden a mejorar espiritual y físicamente la relación sexual.

El aseo personal del varón merece una atención especial en lo concerniente a cierta particularidad de su aparato genital, constituido por la piel que rodea y cubre el glande. Este repliegue de la epidermis, llamado prepucio, puede normalmente retraerse dejando al descubierto el glande. Se comprenderá que para que esto sea posible, el diámetro del orificio del prepucio ha de ser ligeramente mayor que el diámetro del glande.

Cuando ello no ocurre, el prepucio no puede deslizarse, impidiéndose así que el glande quede al descubierto. Esta anomalía no supone malformación congénita alguna y recibe el nombre técnico de fimosis. Se presenta con bastante frecuencia, y la forma de corregirla es un tratamiento quirúrgico que consiste en la ampliación o exéresis del prepucio.

Algo semejante es la llamada parafimosis. En este caso, el orificio del prepucio es suficientemente amplio para permitir el deslizamiento del glande en estado flácido, pero no así cuando el pene entra en erección y se torna tenso. Si en el momento de ocurrir la erección del glande éste se encontraba al descubierto, el prepucio puede impedir y estrangular el reflujo de sangre en este órgano, pudiendo ocasionarse, por tanto, lesiones en esta parte del pene debido a estancamiento y falta de circulación de la sangre. Esta alteración tiene la misma importancia y significado que la fimosis y su solución es igualmente quirúrgica.

La operación de fimosis o parafimosis puede efectuarse en cualquier momento de la vida del hombre. Sin embargo, hay quien aconseja que se practique en la infancia, pasados los seis años de edad y antes de llegar a la pubertad.

martes, 30 de agosto de 2011

Higiene en la Mujer


Sobre la mujer han pesado siempre numerosos tabúes y prejuicios sociales. Durante largo tiempo su papel social ha sido secundario, hasta el punto de llegar a recibir, en ciertas sociedades, un trato parecido al que se daba a los animales.

Si el hombre ha estado supeditado a la evolución de la sociedad en su conjunto, a su cultura y a sus progresos técnicos, la mujer ha sido además sometida por el hombre, que en una u otra forma la apartaba y alejaba de su ambiente.

Es así como se explica que la mujer fuese desterrada, en el momento de dar a luz, a unos lugares llamados panderos que a tal fin se construían alejados de las zonas de vivienda.

Largo tiempo se consideró que la mujer era un ser impuro e indeseable durante el período de la menstruación. Esto ha dado lugar, en el transcurso de la historia, a infinidad de leyendas y prejuicios, los cuales en parte aún perduran entre los sectores más atrasados de la sociedad actual. Por suerte, una equilibrada y objetiva consideración de las particularidades femeninas va ganando terreno rápidamente.

viernes, 9 de abril de 2010

Higiene y Maquillaje


Cutis

Higiene del cutis: nunca hay que irse a dormir con el maquillaje puesto. Si usa máscara para pestañas a prueba de agua, no las frote con leche de limpieza para eliminar el producto. Use, en cambio, un gel demaquillante especial para ojos.