Entre los alfa hidroxiácidos se encuentra el ácido glicólico que se extrae de la caña de azúcar, el láctico existente en el yogur, el cítrico en las frutas como el pomelo, el tartárico en el vino añejado y el maleico en la manzana. El uso del ácido glicólico en aplicaciones superficiales facilita la renovación celular con un resultado inmediato de mayor tersura y elasticidad. También se reducen las manchas y los signos de acné, al tiempo que disminuyen las arrugas superficiales. Las aplicaciones se realizan una vez por semana, aunque en casos más severos pueden hacerse dos veces. Normalmente se realizan entre 6 y 8 aplicaciones. Esta técnica es menos agresiva que otros peelings químicos y se puede efectuar en zonas delicadas como párpados, cuello y manos.
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