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sábado, 20 de agosto de 2011

Qué ponerse en una cita romántica


Para la cena en el restaurante las señoras no llevarán sombreros, puesto que ya no es costumbre y, por otra parte, no son nada prácticos si se debe estar largo tiempo en un lugar cerrado. Esto implica un gran esmero en el peinado, que, sin ser muy elaborado, deberá ser impecable. La que tenga el cabello largo dará preferencia a peinados recogidos, y de este modo no tendrá las molestias de un cabello movedizo a ambos lados de la cara. Por lo que se refiere al maquillaje, podrá seguirse la misma norma de esmero y sobriedad.

Solamente se prestará una especial atención al lápiz de labios. Es desagradable ver a una señora, en el restaurante, que al final de la cena saca el lápiz de labios y comienza a retocarse. Tened la precaución, en estos casos, de usar un lápiz claro que, aunque al comer desaparezca, no manche los labios.

También podéis usar los productos que fijan o que, al menos, atenúan el rouge; de este modo se evitan, también, las antiestéticas huellas estampadas en vasos y servilletas. Para todas estas ocasiones el abrigo ideal será el de piel, naturalmente de una piel elegante como el visón, el breitschwanz persa, la nutria y el castor. Estas dos últimas son un poco el passe pour tout de las pieles.

En efecto, son adecuadas para la confección elegante y para la deportiva. Con el vestidp largo, si no se posee un abrigo largo de piel (cosa bastante corriente) se podrá usar el bolero de piel o un abrigo largo del mismo tejido que el vestido, o en otro tejido que entone con él. Con los vestidos cortos no hay tantos problemas caso de no contar con un abrigo de piel; el paleto negro o uno más rebuscado, en un tejido especial para la noche, quedará perfectamente sea cual fuere el vestido corto.

Con los conjuntos de pantalón se llevará un abrigo de corte deportivo, realizado en un tejido apto para la noche, o una capa, también realizada en un tejido como el raso o el terciopelo. Ambos podrán estar adornados con pieles y adornos, como botones y hebillas en strass o pedrería.

Con estas prendas de noche será de rigor llevar bolsos pequeños, en forma de sobre, de tejidos serios y recamados con piedras, o el clásico estuche en metal dorado o plateado.

O también con largos chalecos adheridos al busto, que lleguen hasta las caderas y dejen aparecer lánguidas camisas de líneas rígidamente masculinas o muy románticas, con gran riqueza de encajes. O también podrán llevarse corsés hechos en el mismo tejido, o similares a los corpinos de los vestidos de noche, con escotes muy pronunciados y mangas largas. La amplitud de los pantalones podrá variar; éstos, en efecto, podrán ser muy anchos, de tejidos ligeros, y más estrechos con los tejidos más pesados.

jueves, 11 de agosto de 2011

Ropa para Cena de Etiqueta



A fin de poder decidir la más adecuada fórmula para el tocado, cuando se ha de asistir a una cena de etiqueta, será preciso distinguir entre una cena en casa o en un círculo particular, y una cena en el restaurante.

Para la cena en casa será conveniente saber si se trata de una cena fría, de acuerdo con ciertas costumbres americanas ahora muy difundidas, o una cena clásica, con los comensales sentados a la mesa. Consideremos, pues, uno y otro caso.

La invitación a una cena de etiqueta se hace por teléfono, si el número de invitados es limitado, o bien por medio de una cartulina impresa. En el primer caso, si se tiene confianza con la dueña de la casa podremos solicitarle información acerca del arreglo personal, ya que ella dirá, muy probablemente, cómo piensa ir vestida, lo cual podrá servirnos de orientación, pues, según las normas, un ama de casa debe vestir siempre muy elegante, pero con vestidos poco extremados, a fin de no desairar a la que se presente con vestidos demasiado modestos.

Si recibís la invitación impresa y en ella los dueños de la casa han hecho estampar la fórmula «traje oscuro», se puede deducir que las señoras deberán ir vestidas de noche. Si no se ha escrito nada, telefonearemos para informarnos o bien nos decidiremos por un tipo de vestido muy elegante, aunque no específicamente de noche.

Para la cena con vestido de noche se podrá escoger uno largo o uno corto, o bien una de las modernas soluciones de pantalón con casaca o camisa. Este último es, indudablemente, más adecuado para una cena fría que para una clásica.

El vestido largo, que es el preferido por las señoras, podrá ser muy lineal, de corte perfecto, y no deberá ir inútilmente recargado, pues resultaría incómodo y embarazoso en la mesa. En compensación, se podrán utilizar tejidos ricos y de fantasía en el color más actual. Se podrá usar el cady pesado, el crespón de lana o la seda, según la estación, y la faya, el terciopelo, o el raso opaco, en un solo color o en fantasía. Deberán evitarse los vestidos con la cintura estrecha (pues sentados a la mesa, y sobre todo al comer, son verdaderamente incómodos) con la falda excesivamente amplia o con las mangas largas de puños flotantes.