Máscaras caseras
Pensadas para restaurar la piel por su capacidad de penetrar hasta las capas más profundas, las máscaras naturales le aportan al organismo todos sus principios activos. Además, constituyen el complemento ideal de la limpieza y la hidratación adecuada. Dado que cada tipo de piel requiere distintos nutrientes podríamos decir que existen tantas variedades de máscaras como necesidades tiene nuestro cutis.
- Por ejemplo, las pieles normales pueden tratarse con una mezcla de yema de huevo, miel y romero en polvo. Para utilizarla, hay que extenderla por la cara y el cuello con una espátula de goma, dejar actuar de 15 a 20 minutos y retirar con agua tibia.
- Las pieles secas, en tanto, mejorarán si se emplea una máscara depuré de banana que se debe aplicar sobre el rostro y el cuello en forma de compresa con ayuda de una gasa. Se lo deja actuar alrededor de 20 min. y se quita con abundante agua tibia.
- En tanto que para las pieles grasas nada mejor que una máscara de clara batida a punto nieve. Se extiende por la cara y el cuello y se espera a que seque. Luego, se debe retirar con agua tibia mezclada con unas gotas de jugo de limón.
- En cambio, si lo que se busca es una máscara limpiadora no muy pesada, puede recurrirse a una mezcla de 2 hojas de laurel y 2 hojas de lechuga hervidas 3 min. en 1 / 4 I de agua. Luego, batir 1 clara a punto nieve, añadirle 1 cucharada grande de jugo de tomate y otra de la infusión de laurel. Mezclar y aplicar con la ayuda de un pincel. Dejar actuar 10 min. y retirar con una esponjita embebida en el resto de la infusión de laurel y lechuga.
Pensadas para restaurar la piel por su capacidad de penetrar hasta las capas más profundas, las máscaras naturales le aportan al organismo todos sus principios activos. Además, constituyen el complemento ideal de la limpieza y la hidratación adecuada. Dado que cada tipo de piel requiere distintos nutrientes podríamos decir que existen tantas variedades de máscaras como necesidades tiene nuestro cutis.
- Por ejemplo, las pieles normales pueden tratarse con una mezcla de yema de huevo, miel y romero en polvo. Para utilizarla, hay que extenderla por la cara y el cuello con una espátula de goma, dejar actuar de 15 a 20 minutos y retirar con agua tibia.
- Las pieles secas, en tanto, mejorarán si se emplea una máscara depuré de banana que se debe aplicar sobre el rostro y el cuello en forma de compresa con ayuda de una gasa. Se lo deja actuar alrededor de 20 min. y se quita con abundante agua tibia.
- En tanto que para las pieles grasas nada mejor que una máscara de clara batida a punto nieve. Se extiende por la cara y el cuello y se espera a que seque. Luego, se debe retirar con agua tibia mezclada con unas gotas de jugo de limón.
- En cambio, si lo que se busca es una máscara limpiadora no muy pesada, puede recurrirse a una mezcla de 2 hojas de laurel y 2 hojas de lechuga hervidas 3 min. en 1 / 4 I de agua. Luego, batir 1 clara a punto nieve, añadirle 1 cucharada grande de jugo de tomate y otra de la infusión de laurel. Mezclar y aplicar con la ayuda de un pincel. Dejar actuar 10 min. y retirar con una esponjita embebida en el resto de la infusión de laurel y lechuga.
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