A la hora de mejorar su potencia sexual, los chinos se las ingenian para combinar el milenario arte de su cocina con lo que le brinda la naturaleza. El resultado puede ser algunas veces repugnante para la mentalidad occidental, pero seguramente debe dar buenos rendimientos.
De lo contrario no tendría sentido, por ejemplo, beber sangre caliente de serpiente, mezclada con vino de arroz. Según dicen, estimula la libido y la mantiene durante varias semanas.
Cuando con la comida no alcanza, los chinos, y especialmente los tailandeses, pueden pagar una verdadera fortuna por un par de patas de oso disecadas, que según la tradición son el más poderoso amuleto sexual que existe, aunque como la especie está protegida para evitar su extinción, el producto sólo se consigue en el mercado negro.
Volviendo a la cocina, la tradición culinaria china sugiere ingerir alimentos con formas fálicas para estimular la potencia sexual. El aguacate o la pera, la palta o la papaya, los pepinos, las zanahorias y los higos son la base de las dietas a las que se someten los hombres chinos que ven disminuidas sus pulsiones sexuales.
Y como último recurso suelen echar mano de la cola seca de ciervo; cortada en rebanadas y cocida en grasa de cerdo o remoj ada en vino, para solucionar problemas de impotencia. También utilizan una gran variedad de ungüentos preparados con hierbas, mariscos, insectos y secreciones de los genitales de diversas especies.
De lo contrario no tendría sentido, por ejemplo, beber sangre caliente de serpiente, mezclada con vino de arroz. Según dicen, estimula la libido y la mantiene durante varias semanas.
Cuando con la comida no alcanza, los chinos, y especialmente los tailandeses, pueden pagar una verdadera fortuna por un par de patas de oso disecadas, que según la tradición son el más poderoso amuleto sexual que existe, aunque como la especie está protegida para evitar su extinción, el producto sólo se consigue en el mercado negro.
Volviendo a la cocina, la tradición culinaria china sugiere ingerir alimentos con formas fálicas para estimular la potencia sexual. El aguacate o la pera, la palta o la papaya, los pepinos, las zanahorias y los higos son la base de las dietas a las que se someten los hombres chinos que ven disminuidas sus pulsiones sexuales.
Y como último recurso suelen echar mano de la cola seca de ciervo; cortada en rebanadas y cocida en grasa de cerdo o remoj ada en vino, para solucionar problemas de impotencia. También utilizan una gran variedad de ungüentos preparados con hierbas, mariscos, insectos y secreciones de los genitales de diversas especies.