La mascota o yo!
Tómelo con humor y ponga algunos límites.
Tal vez cuando lo conoció él le dijo que tenía un perrito que adoraba. A usted le pareció "un tierno" y sonrió comprensiva. Pero nunca imaginó que la mascota formaría parte de sus salidas, o que se encontraría recorriendo supermercados a las 9 de la noche, porque él se olvidó de comprar la comida para el perro. Y ni hablar de programar un fin de semana largo fuera de la ciudad. El considera que no cuenta con nadie lo suficientemente responsable para confiarle su mascota.
Como si intuyera sus celos, el animalito la mira con cierta desconfianza. Tal vez él también se imagina que su lugar de privilegio corre peligro con usted cerca. Sin embargo, por el momento, no se le ocurra plantear "el perro o yo", si no quiere perderlo. Más bien tómelo con filosofía. Piense que él es un hombre cariñoso y sensible, si puede poner tanto afecto en una mascota. Eso también lo descubre como una persona hogareña.
Con todo, si siente que en esta relación el perro amenaza con transformarse en su rival, ponga algunos límites. Por ejemplo puede negarse a que el animalito participe de todas sus salidas al aire libre.
A usted le encantan las mascotas, pero no es cuestión de exagerar. Actúe con humor y diplomacia.
Tómelo con humor y ponga algunos límites.
Tal vez cuando lo conoció él le dijo que tenía un perrito que adoraba. A usted le pareció "un tierno" y sonrió comprensiva. Pero nunca imaginó que la mascota formaría parte de sus salidas, o que se encontraría recorriendo supermercados a las 9 de la noche, porque él se olvidó de comprar la comida para el perro. Y ni hablar de programar un fin de semana largo fuera de la ciudad. El considera que no cuenta con nadie lo suficientemente responsable para confiarle su mascota.
Como si intuyera sus celos, el animalito la mira con cierta desconfianza. Tal vez él también se imagina que su lugar de privilegio corre peligro con usted cerca. Sin embargo, por el momento, no se le ocurra plantear "el perro o yo", si no quiere perderlo. Más bien tómelo con filosofía. Piense que él es un hombre cariñoso y sensible, si puede poner tanto afecto en una mascota. Eso también lo descubre como una persona hogareña.
Con todo, si siente que en esta relación el perro amenaza con transformarse en su rival, ponga algunos límites. Por ejemplo puede negarse a que el animalito participe de todas sus salidas al aire libre.
A usted le encantan las mascotas, pero no es cuestión de exagerar. Actúe con humor y diplomacia.
