La búsqueda del elixir de la juventud que prolongue la vida eternamente es sólo el reflejo cinematográfico o literario de un hecho real: el hombre y la mujer, desde siempre, han experimentado nuevos métodos para verse y sentirse jóvenes.
Gimnasia, liftings y cirugías estéticas son algunos de los métodos utilizados por los individuos —porque ya no son sólo las mujeres las que los practican— para "inmortalizarse". Pero, ¿cómo y por qué mecanismos se envejece? Para responder al interrogante conviene comenzar aclarando que cada organismo está compuesto por alrededor de cien mil diferentes proteínas.
Todo el texto de nuestra vida biológica está anotado en lenguaje bioquímico en los genes, cada uno de los cuales constituye una parte de la molécula de áci-do desoxirribonu-cleico (ADN), presente en todo ser vivo de la Tierra. Y son justamente los genes los que dictan ala célula, en lenguaje del ADN, cómo y cuántas proteínas debe elaborar.
El envejecimiento encuentra su causa en una alteración del sistema regulador del aparato genético de la célula. Es como si se descompusiera el reloj orgánico que todos llevamos dentro y comenzara a adelantar.
Si bien los científicos todavía no se han puesto de acuerdo en cuál es el mecanismo que activa ese siniestro péndulo de la vejez, un estudioso norteamericano de la Universidad de Harvard sostiene que es el cerebro el que elabora la hormona de la muerte que él llama deco que provoca el envejecimiento.
Según su teoría, la deco aparece en el período de la madurez sexual y reprime la capacidad del organismo para utilizar la tiroxina, hormona de la glándula tiroidea que regula la intensidad del metabolismo a nivel celular. Otrjos científicos, aunque comparten la creencia de que el cerebro e|s el que regula el envejecimiento, plantean ciertas diferencias.
Para ellos, la muerte también está prevista en el programa genético del individuo y la cuerda del reloj tiene una cantidad determinada de vueltas, pero esta vez se detiene antes del plazo fij ado porque la muerte es prematura. De cada cien personas, ochenta y cinco mueren por enfermedades como adiposis, cáncer, ateroes-clerosis, diabetes e hipertensión, todop males causados por el hipotálamo, región del cerebro que regula el medio interno del organismo (temperatura, nivel de presión arterial, azúcar y colesterol).
Otro punto para tener en cuenta es ejl del estrés, porque el hipotálamo también controla las reacciones del organismo humano. Al defenderse del estrés, el organismo recurre a un método extremo para producir energía, es decir al metabolismo de las grasas. La teoría concluye que el ritmo de envejecimiento depende, en gran medida, del sistema nervioso heredado. No por casualidad los exámenes efectuados a los caucasianos, tradicional pueblo longevo, demostraron que en ellos la envidia, la irascibilidad y el pesimismo no tenían cabida. Esto también tiene un porqué.
Gimnasia, liftings y cirugías estéticas son algunos de los métodos utilizados por los individuos —porque ya no son sólo las mujeres las que los practican— para "inmortalizarse". Pero, ¿cómo y por qué mecanismos se envejece? Para responder al interrogante conviene comenzar aclarando que cada organismo está compuesto por alrededor de cien mil diferentes proteínas.
Todo el texto de nuestra vida biológica está anotado en lenguaje bioquímico en los genes, cada uno de los cuales constituye una parte de la molécula de áci-do desoxirribonu-cleico (ADN), presente en todo ser vivo de la Tierra. Y son justamente los genes los que dictan ala célula, en lenguaje del ADN, cómo y cuántas proteínas debe elaborar.
El envejecimiento encuentra su causa en una alteración del sistema regulador del aparato genético de la célula. Es como si se descompusiera el reloj orgánico que todos llevamos dentro y comenzara a adelantar.
Si bien los científicos todavía no se han puesto de acuerdo en cuál es el mecanismo que activa ese siniestro péndulo de la vejez, un estudioso norteamericano de la Universidad de Harvard sostiene que es el cerebro el que elabora la hormona de la muerte que él llama deco que provoca el envejecimiento.
Según su teoría, la deco aparece en el período de la madurez sexual y reprime la capacidad del organismo para utilizar la tiroxina, hormona de la glándula tiroidea que regula la intensidad del metabolismo a nivel celular. Otrjos científicos, aunque comparten la creencia de que el cerebro e|s el que regula el envejecimiento, plantean ciertas diferencias.
Para ellos, la muerte también está prevista en el programa genético del individuo y la cuerda del reloj tiene una cantidad determinada de vueltas, pero esta vez se detiene antes del plazo fij ado porque la muerte es prematura. De cada cien personas, ochenta y cinco mueren por enfermedades como adiposis, cáncer, ateroes-clerosis, diabetes e hipertensión, todop males causados por el hipotálamo, región del cerebro que regula el medio interno del organismo (temperatura, nivel de presión arterial, azúcar y colesterol).
Otro punto para tener en cuenta es ejl del estrés, porque el hipotálamo también controla las reacciones del organismo humano. Al defenderse del estrés, el organismo recurre a un método extremo para producir energía, es decir al metabolismo de las grasas. La teoría concluye que el ritmo de envejecimiento depende, en gran medida, del sistema nervioso heredado. No por casualidad los exámenes efectuados a los caucasianos, tradicional pueblo longevo, demostraron que en ellos la envidia, la irascibilidad y el pesimismo no tenían cabida. Esto también tiene un porqué.
