Las lociones o tónicos son para el rostro lo que ei rocío a las flores: una bruma delicada que acaricia la piel para cuidar su equilibrio. Uno de los elementos más importantes para cuidar la piel del rostro son las lociones. Muchas personas no dejan de asear su cara todas las noches: utilizan leches o geles limpiadores y luego nutren su piel con crema. Pero, ¿es éste el camino correcto?
No. Falta un detalle: aplicar una loción refrescante, un tónico suave que hidrate su piel. La mayoría de las mujeres pasan por alto este paso imprescindible no sólo al demaquillarse por la noche, sino también como primer tratamiento matinal.
Sin alcohol, por supuesto (para no irritar la piel), el tónico elimina de la epidermis las impurezas y la secreciones cutáneas producidas durante la noche, cierra ¡os poros, tonifica, refresca y produce una sensación de limpieza total.
Su piel, al igual que el resto de su cuerpo, puede padecer de sed. Para que no sufra, requiere ser hidratada y vivificada. El agua es naturalmente refrescante, pero cuando está enriquecida con vitaminas -como por ejemplo la provitamina B5-, principios hidratantes naturales, extractos de flores y de frutas, se transforma en una loción: un agua de frescura y de cuidado.
Aplicada sola en cualquier momento del día, disipa el rubor del rostro y refresca la sien y la nuca. También cumple una función relajante al aplicarla en muñecas o en la parte posterior de codos y rodillas, por ejemplo.
La pregunta que muchos se formulan es si alcanza un frasco de leche limpiadora por cada uno de loción. Todas las mujeres ío saben bien: se necesitan dos veces más las lociones que la leche demaquillante. Ante todo para eliminar bien la leche, que cumple la función de un jabón, pero también para cuidar la piel después de aseada.
En efecto, las lociones pueden contribuir, según el caso, a hidratar las pieles sensibles y a reequlllbrar las mixtas o grasas; las informaciones figuran siempre en los mismos frascos. Por lo general, están Indicadas para todo tipo de cutis y para todas las edades. Esperando que los fabricantes nos ofrezcan formatos adaptados a cada una de nuestras necesidades, lo mejor es tomar como hábito comprar dos frascos de loción por cada uno de leche de-maquillante.
• Usted consumirá menos rápido
sus frascos si humldiflca y escurre los tapones de algodón antes de impregnarlos con la loción.
• Transvase su loción a un pequeño vaporizador: éste logrará brindarle una sensación de mayor frescura.
• ¿Manos húmedas? Frótelas una contra otra con un poco de loción.
• Para fluidificar ligeramente una tintura espesa, agregue una o dos gotas de loción en la palma de su mano.
• Cuando sus ojos estén hinchados, lave su cara con agua caliente y luego aplique compresas embebidas de loción de rosas durante quince minutos.
• Si usted es adicto a los lavados con agua y jabón, enjuague y seque su rostro, luego pase un poco de algodón Impregnado en loción, con el objeto de compensar los efectos desecantes del jabón.
No. Falta un detalle: aplicar una loción refrescante, un tónico suave que hidrate su piel. La mayoría de las mujeres pasan por alto este paso imprescindible no sólo al demaquillarse por la noche, sino también como primer tratamiento matinal.
Sin alcohol, por supuesto (para no irritar la piel), el tónico elimina de la epidermis las impurezas y la secreciones cutáneas producidas durante la noche, cierra ¡os poros, tonifica, refresca y produce una sensación de limpieza total.
Su piel, al igual que el resto de su cuerpo, puede padecer de sed. Para que no sufra, requiere ser hidratada y vivificada. El agua es naturalmente refrescante, pero cuando está enriquecida con vitaminas -como por ejemplo la provitamina B5-, principios hidratantes naturales, extractos de flores y de frutas, se transforma en una loción: un agua de frescura y de cuidado.
Aplicada sola en cualquier momento del día, disipa el rubor del rostro y refresca la sien y la nuca. También cumple una función relajante al aplicarla en muñecas o en la parte posterior de codos y rodillas, por ejemplo.
La pregunta que muchos se formulan es si alcanza un frasco de leche limpiadora por cada uno de loción. Todas las mujeres ío saben bien: se necesitan dos veces más las lociones que la leche demaquillante. Ante todo para eliminar bien la leche, que cumple la función de un jabón, pero también para cuidar la piel después de aseada.
En efecto, las lociones pueden contribuir, según el caso, a hidratar las pieles sensibles y a reequlllbrar las mixtas o grasas; las informaciones figuran siempre en los mismos frascos. Por lo general, están Indicadas para todo tipo de cutis y para todas las edades. Esperando que los fabricantes nos ofrezcan formatos adaptados a cada una de nuestras necesidades, lo mejor es tomar como hábito comprar dos frascos de loción por cada uno de leche de-maquillante.
• Usted consumirá menos rápido
sus frascos si humldiflca y escurre los tapones de algodón antes de impregnarlos con la loción.
• Transvase su loción a un pequeño vaporizador: éste logrará brindarle una sensación de mayor frescura.
• ¿Manos húmedas? Frótelas una contra otra con un poco de loción.
• Para fluidificar ligeramente una tintura espesa, agregue una o dos gotas de loción en la palma de su mano.
• Cuando sus ojos estén hinchados, lave su cara con agua caliente y luego aplique compresas embebidas de loción de rosas durante quince minutos.
• Si usted es adicto a los lavados con agua y jabón, enjuague y seque su rostro, luego pase un poco de algodón Impregnado en loción, con el objeto de compensar los efectos desecantes del jabón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario